De una broma en un parque a tres títulos municipales de distrito

En el verano de 2004, hace ahora 12 años, una broma en un parque acabo con 15 chavales del barrio de Lacoma montando un equipo de baloncesto de barrio. El objetivo era poco ambicioso: una excusa para juntarse cada domingo, divertirse y jugar mientras el cuerpo aguantara. El nombre de Eskombros no era casualidad, era simplemente una descripción de la cara de más de uno al llegar a cada encuentro.

Pero lo que empezó como una broma se acabo convirtiendo en algo más. Las ganas de crecer del equipo y el gusanillo de la victoria calaron. Con medio barrio pasando por sus filas, más cambios que el Madrid de Florentino pero una columna vertebral y una filosofía compartida que se ha mantenido, este mes han logrado proclamarse por tercera vez consecutiva campeones de baloncesto en  los juegos deportivos municipales del distrito.

El objetivo de las cañas post-partido se ha convertido en copas, y no precisamente de whisky. Los fallos y un banquillo que muchos domingos ni siquiera tenía más del mínimo necesario para jugar se han convertido en una grada poblada en cada una de las finales. Lo que fueron 15 chavales hoy incluye un equipo femenino, Eskombreras, una sección de voleibol y una sección de fútbol que en este club, al revés que en todos, va a rebufo del baloncesto.

La familia de Eskombros ha crecido con los años, la plantilla de ex jugadores es tan larga (y casi tan importante) como todos los que juegan, pero el espíritu es el mismo. Divertirse con la gente del barrio. Y encima, ganando, como el pasado 17 de abril, cuando levantaron el tercer título consecutivo.

Iconos de barrio pequeño, con la autogestión y el rojo de la camiseta como únicas banderas, ahora espera la fase de interdistritos, con la posibilidad de  proclamarse por primera vez campeones de todo Madrid. Difícil, pero más difícil podría parecer que un calentón veraniego acabara en un club con mayúsculas, ejemplo de que a veces solo hace falta echar a andar, aunque no se sepa muy bien hacia dónde, para conseguir dejar huella.