Fomento comienza las obras de remodelación del apeadero de Ramón y Cajal un año después de anunciarlas

Dos años después de sacar la licitación, y un año después de anunciarlo el exministro de Fomento, Renfe ha comenzado las obras en el apeadero de Ramón y Cajal, que da servicio al hospital homónimo, al Polígono de Fuencarral y al barrio de Begoña.

Ha pasado casi un año desde que el entonces Ministro Íñigo de la Serna (PP) visitó el apeadero de Ramón y Cajal, situado junto al barrio de Begoña, para anunciar su remodelación integral. Desde entonces, Renfe mantuvo un secreto absoluto -pese a las requeridas solicitudes de este diario para ampliar información- hasta principios de abril, cuando han comenzado las obras.

La empresa Extraco Construccions ganó el concurso para la remodelación de esta estación, fundamental en la movilidad de la zona norte, cuyas obras costarán 4,9 millones de euros frente a los 6,8 inicialmente presupuestados. Desde que Renfe publicó el concurso para realizar las obras -agosto de 2017- hasta que se adjudicaron -junio de 2018- pasaron 10 meses, lo mismo que la empresa ha tardado en comenzar las obras que, según se anunció, iban a estar finalizadas en otoño de 2019.

La obra más importante será la ampliación del andén en sentido Chamartín, que pasará a estar prácticamente en recta y se ubicará entre el actual vestíbulo y el paso inferior para vehículos de la calle Antonio Sancha; maximizando la ubicación en recta y evitando que se produzca un hueco excesivo entre coche y andén, como sucede actualmente al existir un importante peralte. El andén en sentido Pitis no variará su ubicación.

Se rehabilitará el edificio de viajeros, redistribuyendo los locales interiores y se completará la accesibilidad total de la estación, arreglando los andenes que, ocupados por unas plataformas de madera instaladas con carácter provisional, han tenido que sobrevivir a las inclemencias climáticas y uso diario durante más de diez años; además de instalar nuevas rampas de acceso.

Las obras también afectarán al edificio de viajeros -perteneciente al hospital-, cuyos locales interiores se redistribuirán y al cual se dotará de una rampa de acceso homologada. La estación contará con dos nuevos ascensores para dar servicio a cada andén, que también serán renovados completamente para adecuarse a la normativa vigente.

A ello se suma la mejora de las instalaciones eléctricas, implantación de iluminación eficiente, nuevos acabados, pavimentos y marquesinas y el cerramiento de la estación, así como un nuevo punto de atención al cliente de atención, venta e información, que surge de la necesidad de mejorar la experiencia de viaje de los clientes, y cuya pieza clave se ubicará en el vestíbulo de la  estación.