Tres Olivos contra el aparcamiento disuasorio

Unas 200 personas han participado en la primera manifestación contra la construcción del aparcamiento disuasorio de Tres Olivos, celebrada por calles del barrio. 

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Animados por una batukada y escoltados por Policía Nacional, un numeroso grupo de vecinos del PAU de Tres Olivos, unos doscientos según los organizadores, han participado en la primera manifestación y concentración para solicitar al Ayuntamiento de Madrid la paralización de la construcción del aparcamiento disuasorio que pretende construir en el barrio para evitar el acceso de vehículos al centro de la ciudad mediante el cambio de modo de transporte.

El proyecto, presupuestado en 15 millones de euros, ha sido mayoritariamente rechazado por los vecinos del barrio. Entre las distintas acciones de protesta llevadas a cabo, han conseguido alcanzar un millar de firmas de un total de 1500 residentes censados en el entorno.

La propuesta del Ayuntamiento pasa por construir un parking de 500 plazas y cuatro plantas sobre una zona verde ya asentada y sobre la que se elevan setenta árboles de grandes dimensiones junto a la calle Afueras a Valverde. Dicha parcela colinda con dos centros de educación especial, que también se han opuesto al proyecto y así se lo han hecho saber al delegado del Área de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante.

A esas reclamaciones se han sumado los vecinos, quienes denuncian la falta de inversión en otro tipo de dotaciones, a su juicio, más necesarias para el barrio; la eliminación de la mencionada zona verde, un incremento de la contaminación acústica y ambiental y un sustancial aumento de tráfico en una zona que ya sufre importantes colapsos en horas punta.

La falta de mejora de las infraestructuras que conectan Tres Olivos con la carretera de Colmenar Viejo (M-607) y el barrio de Montecarmelo es uno de los motivos expuestos por la plataforma vecinal para justificar la paralización de la actuación: el puente que da acceso al barrio -y lo daría al futuro parking- es el mismo desde hace sesenta años pese a que esa zona acoge hoy a 30.000 habitantes más. El delegado de movilidad, Borja Carabante, se ha comprometido a estudiar posibles mejoras, pero serían ejecutadas una vez construido y puesto en marcha el parking disuasorio.