Los líos internos de Ciudadanos en Alcobendas: injerencias, amiguismos y financiación ilegal

Los tres concejales electos de Ciudadanos en Alcobendas. / Twitter Cs Alcobendas

Las divergencias entre el portavoz de Ciudadanos en Alcobendas, Horacio Rico, y la dirección regional del partido han dado lugar a una serie de episodios propios del caciquismo local. 

Cuatro años de legislatura en lo local dan para mucho, y si no que se lo digan la agrupación de Ciudadanos en Alcobendas. Sus tres concejales -Horacio Rico, Ana Rojas y Roberto Fraile- que obtuvieron representación en las elecciones de 2015 tuvieron la llave de una alcaldía que volvió a ocupar Ignacio García de Vinuesa (PP). A finales de dicho año, Rico declaró que presentarían una moción de censura si los populares no tenían en cuenta sus peticiones. Jamás llegó a concretarse.

Pero para entender cómo se han forjado estos desacuerdos hay que poner sobre la mesa a otros muchos actores. Las agrupaciones naranjas del norte de Madrid estaban compuestas por gente con poca o nula experiencia política, a excepción de la figura de Miguel Ángel Martín Perdiguero, portavoz de Ciudadanos en San Sebastián de los Reyes y coordinador de la zona norte. Fue cesado un mes antes de las elecciones como Concejal de Deportes del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, cargo que ocupaba desde 2007 con el Partido Popular, tras filtrarse que se reunió con cargos regionales de Cs.

La agrupación de Alcobendas acabó saltando por los aires en verano de 2018, cuando Cadena Ser desveló que Ciudadanos pretendía quitar la portavocía a Rico para dársela temporalmente a Ana Rojas y que el tercer concejal, Roberto Fraile, fuese su candidato para las elecciones locales.

Nuevos actores en el juego

Aunque de puertas hacia fuera se calmaron las aguas, volvieron a ponerse turbulentas en febrero, cuando Rico votó a favor del desarrollo de Los Carriles. “Si me quieren echar, que me echen”, afirmó, para a continuación asegurar que Perdiguero estaba promoviendo a Aitor Retolaza, presidente del Club Corredores, como candidato a la alcaldía de Alcobendas. Durante esos meses, Retolaza asistió a actos con cargos municipales de municipios cercanos y participó en eventos locales con Perdiguero.

Por si esta historia no tenía giros de guion suficientes, el acuerdo nacional entre UPyD y Ciudadanos aupó automáticamente a Miguel Ángel Arranz, portavoz del partido magenta en Alcobendas, al número uno de la candidatura local. Retolaza se convertiría en su número 2 y Fraile, el único de los concejales que continuará, ocupará el cuarto puesto. Rico lo anticipó en febrero, cuando aseguró que le estaban “saltando y están acudiendo a los sitios en representación de Ciudadanos”, y se lo confirmaron a través de un mensaje de whatsapp, tal y como destapó El Correo de Pozuelo.

Elaboración propia a partir de fotografía publicada en @Cs_Alcobendas_

Una vez decidida la lista y aprobado el plan de Los Carriles, Rico ha continuado soltando dardos: tras conocerse que Ciudadanos financió ilegalmente su campaña electoral de 2015 en determinados municipios, ha asegurado que pagó el coste del diseño e impresión del programa electoral de Cs Alcobendas, lo que le permitió convertirse en el número uno en las listas. “Entonces no sabíamos que era financiación ilegal”, justificó en una entrevista al diario El Mundo. También afirmó que la dirección regional le pidió esperar al mes de junio para aprobar Los Carriles, una vez pasadas las elecciones municipales.

Martín Perdiguero, portavoz de Cs en San Sebastián de los Reyes, ha admitido recientemente al diario El Mundo que costeó los anuncios del partido en la campaña electoral de 2015, asegurando que “lo hizo por desconocimiento” y confirmando los métodos de financiación ilegal del partido.

El pasado martes, el alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa (PP) defendió públicamente a los dos concejales díscolos de Ciudadanos que con su voto permitieron aprobar el desarrollo urbanístico de Los Carriles. Horas después, la dirección del partido naranja anunció la apertura de un expediente disciplinario contra ellos que podría derivar en la suspensión de militancia.