Las manifestaciones contra el Gobierno en pleno Estado de Alarma llegan a Mirasierra

Centenares de personas se han concentrado en la glorieta Pradera del Saceral, situada en los barrios de Arroyo del Fresno y Mirasierra, para protestar contra el Gobierno de España, sumándose a las iniciadas hace unos días en el barrio de Salamanca.

Pese a que el Estado de Alarma sigue en marcha, así como las recomendaciones de distancia interpersonal de dos metros entre individuos, alrededor de medio millar de personas se han dado cita hoy en las inmediaciones de la glorieta Pradera del Saceral, situada en el barrio de Arroyo del Fresno (Mirasierra) para protestar contra el Gobierno de España y su gestión de la crisis sanitaria causada por el coronavirus.

Durante la concentración, a la que han asistido personas de todas edades ataviadas con la bandera nacional, y varias de ellas con una cacerola en la mano, no se ha respetado, salvo excepciones contadas, la distancia interpersonal de dos metros. Los manifestantes han lanzado proclamas contra el Gobierno y puesto en varias ocasiones el himno de España, al que han respondido con aplausos.

La protesta ha contado con la colaboración de buena parte de los vecinos de la Urbanización Montearroyo, quienes han decorado sus viviendas con banderas rojigualdas y cartelería variada, además de contar con un equipo de sonido dirigido por un vecino que llevaba la voz cantante de las acciones. A las 21 horas ha tenido lugar la cacerolada, alentada desde sectores de ultraderecha desde hace varias semanas, que ha sido continuada con una nueva reproducción del himno de España y más gritos pidiendo la dimisión de Pedro Sánchez.

Una unidad de Policía Nacional y otra de Policía Municipal vigilaban la protesta y solo han tenido que intervenir en una ocasión para permitir el tránsito de los vehículos que circulaban por la avenida Arroyo del Monte cuando una multitud ha empezado a invadir la calzada. Sin más incidencias reseñables, la convocatoria ha finalizado con la reproducción de la canción “Cayetano”, de Carolina Durante, que precisamente es “una parodia del pijerío actual”.