Loquesí y loquenó #26

Lo que me hizo feliz y lo que no del año 2020

Lo que sí

Un sofá y una mesa. Hay casas demasiado pequeñas para amores tan grandes. Tampoco es que me refiera a la mía, pero este ha sido el año en el que más tiempo he pasado con mis padres. Jelen ha sido más Jelen que nunca y Popa ha pasado a llamarse Popperton. Por primera vez en el mundo lo cotidiano no ha sido mudo. Ha sido el año en el que más hemos hablado. En el que más hemos discutido. En el que más nos hemos querido.

Una pared y una ventana. Hay colegas con los que podrías estar todo el día chocando, como con una pared, pero luego te salvan, como en una ventana. En el año en el que nos han quitado los planes, siempre he tenido a Marcelo. Estuvimos todo el 2020 dando vueltas por la sombrita.

W. Si no fuera por W este año se hubiera quedado a medio escribir. Sin W este año no hubiese contado. Es con quien más he aprendido de los demás, con quien más he aprendido de mí. Es lo que tiene juntarse con una persona tan empollona. Gracias a W dudo de mí: no sé si eso es bueno o malo. Ya quiero que quedemos en otro banquito de esos para preguntarte, al despedirnos, cuándo nos volvemos a ver.

Una raqueta y una pala. Las dos azules. El tenis me enseñó una forma de ser. Aguantar, no fallar las bolas decisivas, restar bonito; cuando ganas es porque te has perdido mucho (todas las bolas que no arriesgas). Ganar es lo máximo; lo volvería a hacer. Gracias a no fallar he conocido a casi lo mejor de este año: todos mis alumnos. Gracias a Joaka descubrí la pala y también me salvó; fue mi pareja en tiempos jodidos para el poliamor.

241 textos y 97 partidos. Son todos los textos que escribí y los partidos que comenté para el As. Este año pulsar teclas sirvió para confirmar varias cosas. El pelo corto no vale para nada, por mucho que escribas no vas a comprender la relojería del mundo y la frase de Trapiello: “No hay vidas más importantes que otras, hay vidas bien o mal contadas”.

Una dejada de tacón. Benzema ha ganado su Liga. Y lo hizo a su manera, un fútbol tan lindo que hace que títulos y goles sean lo que parezcan florituras. Benzema es el mejor. Convirtió el deporte de los huevos en un juego cursi: venció el más delicado. Una Liga a base de pijadas. No sabía que se pudiera ganar así. Karim. Cuando uno descubre su debilidad no quiere luchar contra ella, sino entregarse.

Lo que no

El miedo. El virus fue lo peor sobre todo porque asustó a mi madre. Fue un año malísimo; si dices lo contrario eres idiota. La gente que se fue. Los últimos boquerones de Pepe, el último día en el Adarve de Don Eduardo. Cuando mi padre llegó dos días para contar la enfermedad de Fran y luego el accidente de la mujer de José Joaquín. El año en el que las muertes perdieron lo único que les queda: su significado. Un virus que deterioró el dolor.

Los viernes. Nos hemos quedado sin tantos viernes que no sé cuánto tiempo vamos a pasar persiguiendo un instante perdido. Hay gente que gastó toda su vida en recuperar unos años. Para el 2021 que nos guarden algo.