El servicio madrileño de salud cambia de sede en medio de la pandemia

Joan Costa / Merlin Propierties

El Servicio Madrileño de Salud cambiará de sede en el mes de julio y se ubicará frente a las Cuatro Torres, en el Paseo de la Castellana número 280. 

Mudanza obligada para el servicio sanitario de la Comunidad de Madrid. El SERMAS, organismo encargado de la prestación sanitaria en la región, pasará a ubicarse junto a las Cuatro Torres, tras la decisión de los propietarios del inmueble que actualmente ocupan, en la plaza de Carlos Trías Beltrán, de no renovar el contrato vigente desde 2009.

Esta decisión ha obligado a la Comunidad de Madrid a tener que buscar un nuevo emplazamiento para el personal del ente sanitario. La última prórroga se formalizó el 12 de junio de 2020, comunicándose por parte de los propietarios la decisión de poner fin al arrendamiento.

Ante dicha situación, la Dirección General de Patrimonio y Contratación de la Consejería de Hacienda intentó localizar un espacio adecuado dentro del parque inmobiliario titularidad de la administración regional, sin éxito. Tras ojear el mercado existente, se negoció el alquiler durante los próximos diez años de varios espacios del complejo de oficinas existente en el Paseo de la Castellana 280, frente a las Cuatro Torres.

Dicho espacio, propiedad de Merlin Oficinas SLU, acogerá a partir de julio de 2021 al Servicio Madrileño de Salud a cambio de 34 millones de euros a pagar durante la próxima década, un importe aproximado de tres millones y medio de euros al año. Tras su adquisición, el SERMAS ocupará los módulos B y B1 de la planta baja, así como las plantas tercera y cuarta del edificio, hasta un total de 7.785 m2 de superficie útil, y 48 plazas de aparcamiento.

Al arrendamiento le acompañará una inversión de hasta 3,1 millones de euros por parte del SERMAS para poder habilitar los espacios y mobiliario que requiere el correcto funcionamiento del ente público. Dicho edificio fue rehabilitado en 2015 por el estudio de arquitectura Hans Abaton en colaboración con Knight Frank, a petición de Metrovacesa, por entonces propietarios del inmueble.