Como viene siendo habitual, El Pardo volverá a celebrar su Romería de San Eugenio, aunque ésta vez será el 18 de noviembre y no el 15 como marca la tradición, donde se celebra la recogida de la bellota debido a una curiosa leyenda que os contamos a continuación.
El programa es el siguiente, que también os podéis descargar y ver en nuestra web:
Domingo 18 de noviembre, a partir de las 11:30 h.
- 11:30 h. Pregón en el Templete a cargo de D. David Pérez Garda, presidente de la Federación de Municipios de Madrid.
- 12:00 h. Petición del Santo en la puerta del Convento de las Madres Concepcionistas Franciscanas y traslado al encinar.
- 13:00 h. Misa de campaña en el Monte de El Pardo (junto al Restaurante El Torreón), siempre que el tiempo lo permita.
- 14:30 h. Degustación de migas y sangría, a cargo de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo. Cada uno traerá su propia comida.
- 17:00 h. Retorno del Santo al Convento. Entidades participantes: «De Madrid al cielo», «Los Chiparos de Arganzuela», «Los Castizos», «Magerit Dulzaina Viva» y «El Madroño»
La Junta Municipal invita a todas las asociaciones madrileñistas a que asistan con sus preciosos trajes regionales.
La celebración tiene su origen en una leyenda. Se cuenta que un 15 de noviembre Felipe IV se perdió persiguiendo un jabalí mientras estaba cazando en el monte de El Pardo. Entonces se encontró con un hombre al que vio cómo robaba bellotas de una encina cercana. Cuando el rey le preguntó qué hacía, el hombre le contestó que se veía obligado a robar las bellotas para poder dar de comer a su familia porque el conde duque de Olivares era muy ambicioso y administraba muy mal el Estado. En ese momento llegaron el citado conde duque con su esposa en busca del rey. El hombre, al enterarse de a quien estaba hablando pidió piedad al monarca. El rey le dio unas monedas y le dejó marchar. Y, en recuerdo de aquel suceso, el rey concedió a los madrileños que cada 15 de noviembre pudieran ir al Pardo a recoger todas las bellotas que pudieran cargar. Con el tiempo, el ir a recoger bellotas se convirtió en la última fiesta campestre del año, aprovechando el privilegio real que permitía a los madrileños acceder a un recinto vedado el resto del año.
Esta es la única romería que no se celebraba en torno a una ermita o capilla. La fiesta desapareció en 1940 cuando el palacio de El Pardo pasó a ser la residencia del jefe del Estado, pero se recuperó en 1993. Desde entonces, se organizan diversas actividades, como bailes, en los que participan los asistentes vestidos con trajes goyescos u otros trajes regionales -todas las asociaciones pueden participar-, o distintos juegos.
Imágenes | conocemadrid.blogspot.com