La Agrupación Socialista de Fuencarral acogió el pasado martes un muy emotivo acto contra la violencia de género.
El acto, moderado por la Secretaria de la Mujer, Teresa Álvarez, se inició guardando un minuto de silencio por las víctimas de la violencia de género. La portavoz del grupo municipal socialista, María Guerrero, dio lectura a la declaración institucional del PSM por el día contra la violencia de género. Acto seguido intervino la diputada autonómica, Pepa Pardo. Pepa puso en valor el avance que supuso la Ley integral contra la Violencia de género pues, afirmó, “cuando se implanta una ley, se exterioriza el problema, trasladándose del ámbito privado a la conciencia pública”. Lo primero para erradicar la violencia de género, a su parecer, es invertir en prevención, algo que según sus palabras “la Comunidad Autónoma de Madrid no hace, no se preocupa en cambiar la mentalidad colectiva y no es ejemplo de lucha contra la violencia de género”. Lo segundo, a su juicio, es la necesaria implementación de ayudas y medidas de protección a las víctimas. La diputada denunció que el gobierno de la Comunidad ha reducido en igualdad y en lucha contra la violencia de género un 50%. Así como su aportación al observatorio de la mujer pasando de suponer éste el 20% de su financiación al 16%.
Por otra parte, afirmó que los recortes en otros ámbitos afectan de manera indirecta a estas políticas de igualdad ya que con los recortes en educación también se han reducido considerablemente los cursos de concienciación a menores y con los recortes en sanidad se ven mermadas las posibilidades de detección de violencia de género ya que, muchas veces, la realizan los profesionales sanitarios. Evidenció el daño que ha supuesto la eliminación de nueve puntos de encuentro quedando reducidos a dos (de gestión privada y religiosa), además, manifestó su rotunda oposición a la inminente y anunciada eliminación de muchas casas de acogida.
La diputada defendió las enmiendas y propuestas presentadas por el grupo parlamentario socialista en este ámbito, entre ellas una mayor inversión en observatorios municipales de violencia, el aumento de medidas de protección a las víctimas y a sus hijos, el plan integral contra la trata de mujeres víctimas de explotación sexual. Por otro lado, han exigido que se haga efectiva la ley de prevención, educación sexual e interrupción voluntaria del embarazo así como la ley de igualdad ya que según sus palabras “si no hay igualdad en el ámbito social y laboral, se hará imposible la igualdad en el ámbito privado”. Defendió la necesidad de seguir implementando políticas de discriminación positiva a favor de las mujeres en el mercado laboral. Por último lamentó la poca visibilidad que se le sigue dando al problema de la violencia machista pese a los avances de los últimos años, destacó que en sólo 9 años han sido más las víctimas por violencia de género que las que se dieron en 30 años de terrorismo.
A continuación, la jurista Milagros García, analizó el problema desde el ámbito de la justicia y el tratamiento del mismo en los tribunales. Milagros recordó que no se trata de un problema privado sino público, el embrión lo situó en la tradicional educación patriarcal recibida por generaciones de mujeres y alertó de que esos cánones se están repitiendo en las generaciones más jóvenes por el roll de subordinación de la mujer que se muestra muchas veces en los medios de comunicación y spots publicitarios.
Recordó que la declaración de la ONU de 1993 recogía el concepto de violencia de género y obligaba a los Estados a erradicar esa lacra, además les hacía responsables últimos de los avances o retrocesos en esta materia. Detalló que la Ley aprobada durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero contra la violencia de género, amparaba las relaciones de afectividad entre hombres y mujeres ya fueran de convivencia o de hecho y ampliaba la protección de las víctimas frente a su agresor pese a padecer de ciertas lagunas y ser, como toda ley, mejorable.
Esbozó el procedimiento judicial que se lleva a cabo desde que se presenta la denuncia hasta que se produce la sentencia del tribunal. Se ha avanzado en cuanto a que ya no sólo tiene que denunciar la víctima sino que están obligados a hacerlo todos aquéllos que puedan tener conocimiento del maltrato, además, una vez se ha presentado la denuncia pese a que posteriormente la víctima decida retirarla el Ministerio Fiscal actuará igualmente para verificar los hechos y garantizar la protección de la mujer ya que normalmente adolecen de un estado psicológico y anímico dependiente del agresor que le impulsa a retirar la denuncia y a continuar bajo el yugo del verdugo. Reiteró que pese a que siguen produciéndose terribles errores sobre todo en cuanto a las órdenes de alejamiento el avance ha sido considerable con la creación de juzgados especializados en violencia de género. Frente a la pregunta de si conviene o no otorgar el régimen de visitas a un maltratador con sus hijos, Milagros, dijo que habría que estar a cada caso pero que existe el derecho no del padre, sino de los hijos a ver a su progenitor y que actualmente el sistema penal se basa en la reinserción y las privaciones de libertad a maltratadores van acompañadas de cursos de reeducación del reo, por tanto remarcó que dependería de cada caso pero que en principio hay en el ámbito penal un ánimo de dar a todo reo otra oportunidad.
Después de ella habló Karina, una trabajadora social con amplia experiencia en la atención a mujeres maltratadas que hizo una intervención conmovedora y reivindicativa. Aprovechó, según sus palabras, que normalmente no tenía la oportunidad de conversar de primera mano con una política y una juez, para transmitirles todas las carencias con las que se enfrentan los trabajadores de los servicios sociales en el ámbito, así como manifestó las lagunas de la ley y las dificultades que se encuentran al iniciar muchos procedimientos. Denunció que las víctimas son estigmatizadas y sometidas constantemente a enjuiciamientos tanto por profesionales como por la sociedad, “una vez se arman con el valor de denunciarlo tienen que enfrentarse a la falta de credibilidad en su testimonio por parte de algunos profesionales” evidenció que tanto en las medidas de protección como en el transcurro del procedimiento se dan situaciones de indefensión en las que las víctimas se sienten desamparadas y corren grandes riesgos. Habló clara y rotundamente sobre su postura en cuanto a los derechos del maltratador en cuanto a los hijos y de los riesgos que corren estos últimos. Sus palabras y su testimonio atraparon a los asistentes que salieron concienciados del largo camino que aún queda por delante y de que es necesaria incrementar la lucha.
Por último, fueron las mujeres que habían sufrido maltrato las que tuvieron el turno de palabra. Dieron testimonio de las dificultades por las que atraviesa una mujer maltratada y sus hijos a la hora de denunciar a su agresor y escapar de la situación. Estas mujeres dieron un ejemplo de valentía a todos los reunidos y otro gran ejemplo de solidaridad ya que se acercaron a la Agrupación por primera vez para solicitar ayuda frente al inminente despido de su trabajadora social por ser interina y llevan semanas movilizadas para impedir que se lleve a cabo.
El acto fue uno de los más emocionantes de la Agrupación, por lo que agradecemos la asistencia de las participantes y esperamos que Karina no sea despedida, para ello recogeremos firmas en la Agrupación y solicitamos la implicación de todos los militantes.