Diferencia de opacidad

Hortaleza, distrito vecino al nuestro, en el que se encuentra, por ejemplo, el barrio de Sanchinarro, vive una brutal diferencia de comunicación política con sus vecinos respecto a la ofrecida en Fuencarral-El Pardo.

TransparenciaLa «teoría de la relatividad» que un día se le ocurrió al genio Albert Einstein, podría explicarse, en su mínima y reducida interpretación artística y literaria como que «todo está bien o mal hecho dependiendo del modo en el que se mire». Bien cierto es que, en los últimos años, el Ayuntamiento de Madrid está intentando acercarse de una manera u otra a sus vecinos. Sin embargo, la distribución heterogénea de los distritos de Madrid, y una nula política de comunicación única, provoca que muchas veces haya distritos con una gran emisión de comunicación o publicidad institucional, mientras que otros siguen anclados en el siglo XIX y pensando que «la gente ya se enterará».

Un caso semejante pasa con el distrito de Fuencarral-El Pardo respecto a otros distritos semejantes, como podrían ser Hortaleza o San Blas-Canillejas. En un mundo globalizado, en el que la importancia de la comunicación es vital, éstos distritos han llevado a cabo una gran labor de comunicación por medio de internet o de manera presencial que puede suponer, de una manera u otra, una diferencia de un puñado de votos para unas elecciones europeas que están a la vuelta de la esquina y que el Partido Popular está deseando que no lleguen.

Así podemos observar como las Juntas Municipales de éstos distritos tienen cuentas oficiales en las dos redes de comunicación más importantes del planeta: Twitter y Facebook. Hasta ahí no se diferencian de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo, quien hasta hace poco comenzó una reducida y casi inútil campaña de promoción de sus cuentas de redes sociales en los edificios municipales. La diferencia está en el uso y gestión de éstas redes. Mientras en Hortaleza (1166 tweets y 751 seguidores) y Canillejas (5000 tweets y 919 seguidores) llevan una actualización constante de contenidos, la cuenta de Fuencarral-El Pardo lleva cinco meses sin escribir un tweet, aunque doble en seguidores (571) al número de tweets escritos (298), aunque todas las cuentas de éstos distritos supongan más un mero elemento de propaganda política que una verdadera reflexión de lo que sucede en cada barrio. Autocrítica, podríamos denominarlo, que es lo que le falta a la política española.

Y no será por eventos ni actividades que realiza el concejal del distrito, cuya agenda parece que echa humo día si y día también. Otra cosa es la importancia que se le quiera dar, ya que, como hemos visto, las cuentas de los otros distritos también se acuerdan de las actividades de los centros culturales, de los colegios o de los polideportivos, cosa que en este distrito o pasan inadvertidas o directamente no existen.

Ese, desgraciadamente, no es el único caso de opacidad en la política municipal. Mientras Hortaleza fue el segundo distrito que publicaba las actas de los plenos municipales, Fuencarral no las publicó hasta que Cibeles obligó a todos los distritos a hacerlo. «Transparencia» es como lo quiere denominar el PP. Otros lo llamamos «porque no queda otra».

El último ejemplo de opacidad nos lo encontramos en el diario HortalezaenRed. Mientras en Hortaleza se hacen públicas, entre otros, el programa de fiestas, la intención de celebrar eventos, o las posibles actuaciones de las fiestas del distrito que deberá decidir la comisión de cultura de esa Junta Municipal varios meses antes de que éstas se celebren, en éste distrito el folleto de fiestas empieza a enviarse 5 días antes de dar comienzo las fiestas más importantes del distrito: las del Barrio del Pilar. De pedir colaboración u opinión vecinal ya ni hablemos.

¿Veremos este año en esta web las ofertas musicales que da la organizadora de las fiestas o las decidirá algún miembro de la corporación local?. Afortunadamente, las fiestas de los últimos años han sido bastante mejores que las de años precedentes… ahora solo falta que se dejen recomendar un poco.