Bomberos del Ayuntamiento de Madrid rescatan al conductor de un vehículo militar blindado que ha volcado en la calle Monasterio de Silos. El conductor, herido leve, ha sido rescatado con un trauma craneal y esguince cervical.
Durante la mañana de hoy, un vehículo militar blindado del Ejército de Tierra ha sufrido un accidente en la calle Monasterio de Silos del barrio de Mirasierra, en el cual ha volcado y ha quedado en posición vertical respecto a su eje sobre el carril bici contiguo a la avenida. El conductor, de 40 años, ha sido rescatado por Bomberos del Ayuntamiento de Madrid en una operación costosa debido al blindaje del vehículo. Posteriormente, ha sido atendido por Samur-Protección Civil, con un diagnóstico de trauma craneal y esguince cervical.
Policía Municipal de Madrid investiga las causas por las que el vehículo ha perdido el control y ha quedado semivolcado a un lado de una de las tres vías que conforman la calle. El aviso lo ha dado un vehículo del mismo modelo que le seguía y que no se ha visto implicado en el accidente, según han informado las mismas fuentes.
Tras quedar semivolcado, el ocupante ha quedado atrapado en estado consciente dentro del vehículo, fabricado propiamente para el Ejército. Después de llegar los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid al lugar de los hechos, han procedido a sacar al militar con una grúa de gran tonelaje debido al peso del vehículo.
Samur-Protección Civil ha trasladado al varón a la Clínica San Rafael después de haber comprobado los sanitarios que presentaba un traumatismo craneoencefálico leve y un esguince cervical. En estos momentos, se encuentra a la espera de resultados tras la realización de pruebas.
El vehículo accidentado es un Iveco LMV del Ejército de Tierra, es un blindado ligero sobre ruedas de alta movilidad (4×4) de 7,1 toneladas de peso, transmisión automática de 6 velocidades y una velocidad máxima en carretera de 130 kilómetros por hora, con una autonomía de 500 kilómetros.
El Consejo de Ministros autorizó en su sesión del 16 de Junio de 2010 la adquisición por parte del Ministerio de Defensa del último lote de 50 unidades del Lince. El importe del contrato de adquisición de estas 50 nuevas unidades supuso 15,8 millones de euros. El precio unitario de cada vehículo ronda los 310.000 euros.
El accidente se ha producido en un tramo muy peligroso, debido a que los conductores bajan desde Montecarmelo por una avenida de tres carriles que desemboca en una curva muy cerrada y que tiene limitada la velocidad máxima a 50 kilómetros por hora. Tras el accidente hace tres años de años de un grupo de jóvenes, en el que murieron dos de ellos, y sus dos acompañantes tardaron mucho tiempo en recuperarse, se pusieron bandas sonoras y nueva señalización, pero los conductores siguen sin respetar el límite y en éste caso parece que ha sido por el mismo motivo.
Para evitar que los conductores superaran los límites de velocidad, la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo puso en marcha varias medidas para calmar el tráfico en los PAUs de Montecarmelo y Las Tablas, como la instalación de un radar móvil, nuevos aparcamientos en batería, o la inclusión de unos carriles compartidos con bicicletas que solo permiten la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Fuencarral-El Pardo.com ha entrevistado a David Marín, testigo directo del suceso, que nos ha dado su versión completa del accidente:
«Yo iba desde El Pardo bajando por la carretera hacia Montecarmelo y llegan por detrás dos vehículos blindados militares. Llego a la glorieta de Montecarmelo y giro en dirección hacia la M40 (Por Monasterio de Silos), y uno de los blindados me sigue por el carril de la derecha. Llega un momento que este se sale al carril central para adelantarme. El blindado acelera un poco para poder pasarme, pero sin exceder la velocidad, y cuando ya me pasa es justo cuando empiezan las bandas sonoras y los dos badenes que tiene la calle, dado lo mal hecha que está.
Justo en ese momento en los dos badenes el vehículo pierde el control. Primero se va hacia la derecha, para intentar controlarlo, pero ya se resulta imposible. Se pone prácticamente a dos ruedas y termina dando otro bandazo hacia el otro lado, cuando finalmente vuelca de lado. Este se arrastra por la calzada hasta que impacta con el bordillo, y al darse con el mismo, el coche da una vuelta de campana llevándose un árbol y rascando la farola próxima, haciendo que la luminaria se descuelgue. Yo iba justo detrás a escasos 10-15 metros.
Mi coche estaba situado entre el vehículo que vuelca y el de su compañero. En cuanto ha volcado, tanto yo como su compañero hemos aparcado y hemos ido corriendo a auxiliarle. Automáticamente he llamado al 112 y en poco mas de 5 minutos han aparecido la policía a ayudarnos, y me han tomado declaración desde la furgoneta de atestados.»
Fuente | Emergencias Madrid