Podemos denuncia el cierre de aulas en la escuela infantil ‘La Caracola’

10410663_10152756888723352_3610566939108409538_nEl Círculo Podemos de Fuencarral-El Pardo denuncia el cierre de una de las tres aulas destinada a niños de 2 y 3 años en la Escuela Infantil de Valverde. La gestión educativa de esta escuela cambió hace apenas unos meses tras el nuevo concurso realizado por el Ayuntamiento.

El grupo de educación del círculo Podemos del distrito de Fuencarral-El Pardo ha informado hace unos días de una notificación dirigida desde la asociación de padres y madres (AMPA) de la Escuela Infantil «La Caracola», situada en el barrio de Valverde, en la cual se comunica el cierre de una de las tres aulas existentes en la escuela destinada a niños de 2 y 3 años. El Ayuntamiento de Madrid, que confirmó este cierre, alega que las bajas producidas en los últimos días han hecho que disminuya el número de pocos alumnos, provocando la supresión de este aula.

Según informan los miembros de Podemos, el centro contaba hasta el 5 de noviembre, día en que se comunicó el cierre de este aula, con tres aulas del último curso del primer ciclo de Educación Infantil, las cuales contaban con 14, 13 y 14 alumnos por aula. La supresión de este aula supone la agrupación de los alumnos en las dos clases restantes, provocando el «rebase del ratio máximo establecido por la normativa vigente de la Comunidad de Madrid, que fija en 20 plazas por aula para este nivel educativo», según comentan los integrantes del círculo. Además, en el pliego de prescripciones técnicas que exigía el Ayuntamiento de Madrid, se establecía en 3 el número de clases existentes para alumnos del último curso del primer ciclo de infantil.

«Además, esta medida municipal ha supuesto el despido de dos profesionales que se encargaban del aula eliminada, es decir, el añadido de dar más gravedad a la situación generada», denuncia Podemos. Curiosamente, la adjudicación del nuevo contrato de gestión de la escuela infantil, promovido por el Ayuntamiento de Madrid este verano y que supuso el cese de la actividad de la empresa que hasta entonces lo gestionaba, se formalizó después de que el adjudicatario aportara dos educadores de apoyo adicionales a jornada completa y otros dos a media jornada.

El nuevo contrato de gestión de la escuela infantil La Caracola fue adjudicado por la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo el 14 de agosto de 2014 a la empresa MORENO RAMÍREZ, JAVIER 000936149T S.L.N.E., elegida entre las 9 ofertas presentadas tras una reducción del 16,6% respecto al precio ofertado por el Ayuntamiento (que ascendía a 145.376 euros), por un total de 87.184,73 €. Esta oferta provocó el fin de la gestión realizada durante más de 20 años por parte de la empresa El Globo Rojo, que también se presentó a la oferta.

Podemos critica que «aprovechándose del contenido de los concursos públicos de gestión de Escuelas Infantiles, en los que se prima en mayor medida la oferta económica sobre los proyectos educativos, que tienen menor valor en los baremos de puntuación, ha logrado que empresas no especializadas en el ámbito educativo se hayan hecho con la gestión de los centros, mermando la calidad educativa de los mismos.»

«A ello habría que sumar la subida de las tasas para las familias (más de 200% en los últimos años) y la reducción de becas y ayudas, lo que ha hecho que muchas de ellas, debido a la coyuntura de crisis económica, se den de baja de los centros al no puedan hacer frente a esos gastos o, incluso, se tengan que trasladar a escuelas privadas cuyo coste, en ocasiones, es menor, debido a que sí reciben ayudas públicas.», finaliza el comunicado de Podemos.

Desde que se supo, el PSOE de Fuencarral-El Pardo e Izquierda Unida comenzaron su lucha particular contra la «privatización del centro». De hecho, el antiguo portavoz socialista, Jaime Lizzavetsky, visitó el centro en junio. Posteriormente, otros partidos como UPyD, Equo o por último Podemos se han unido a la lucha contra la privatización del centro. También miembros de asociaciones vecinales, la Coordinadora por lo Público y otras entidades se han sumado a frenar esta oleada «liberalizadora» promulgada por el Partido Popular.