Un grupo de individuos grafitean un autobús en el campus de la Universidad Autónoma

no3mas2Un grupo de estudiantes que dicen ser de la ‘Federación Estudiantil Libertaria’ grafitearon un autobús de la línea 714 en servicio por el Campus de Cantoblanco de la UAM a principios de mes. 

¿Puede una protesta pacífica, de la cual ya está informada la comunidad estudiantil a través del bombardeo publicitario en los campus y los actos llevados a cabo, convertirse en un acto vandálico con perjuicios para una empresa que no tiene nada que ver con el motivo de la protesta?

Esto fue lo sucedido en la Universidad Autónoma de Madrid a principios de marzo, cuando un grupo de individuos grafitearon un autobús de la empresa ALSA en servicio comercial cuando estaba saliendo del campus de Cantoblanco.

En un vídeo difundido por los propios autores y que no mostraremos para no dar visibilidad a esta clase de propuestas, se observa como un grupo de personas encapuchadas y con una pancarta de protesta bloquean la salida de un autobús mientras otros dos comienzan a grafitear el autobús con el lema ‘No al 3+2’ en apenas un minuto. Después lo intentaron hacer con otros autobuses, pero no corrieron la misma suerte, ya que los conductores optaron por pasar a mayor velocidad, pese a la insistencia de estos «manifestantes».

La cuestión principal del tema es: ¿debe una propuesta estudiantil desembocar en actos de vandalismo, y lo que es más importante, a empresas ajenas a la universidad que prestan un servicio público? Es completamente absurdo que estos individuos se dediquen a grafitear un autobús que al día siguiente no podrá salir a prestar servicio debido a tener que limpiar este ‘grafiti’ (con el coste económico que supone) y que probablemente alguno de ellos utilizaría.

Visto el éxito de la huelga de estudiantes celebrada a finales de febrero, sin actos vandálicos ni ninguna clase de violencia, ¿no puede mantenerse ese espíritu de hacer las cosas de manera pacífica, con propuestas visibles y no actos vandálicos que solo suponen una radicalización de los hechos y pérdida del verdadero sentido de la lucha? ¿Acaso una empresa ajena a la huelga debe sufrir los efectos de cuatro descerebrados que prefieren desacreditar una huelga de estudiantes pacífica y con un carácter de alcanzar acuerdos?