El Defensor del Pueblo da su apoyo al colegio público Antonio Fontán

El Defensor del Pueblo toma partido por los padres y madres de alumnos del CEIP Antonio Fontán, del barrio de Montecarmelo, y no considera suficiente la planificación de obras de la Comunidad de Madrid para finalizar el centro.

La oficina del defensor del Pueblo ha admitido a trámite la denuncia interpuesta por el AMPA del CEIP Antonio Fontán contra la Comunidad de Madrid. Tras analizar la documentación presentada por la Administración, el Defensor del Pueblo considera insuficientes las medidas propuestas por la Comunidad de Madrid y reclama una alternativa.

Desde la oficina se ha requerido a la Comunidad de Madrid un plan alternativo al previsto por su Consejería de Educación “que permita una correcta ubicación escolar de todo el alumnado entretanto se concluyen las obras de ampliación de sus instalaciones”.

Con esta acción, el Alto Comisionado considera que la planificación ofrecida por la Consejería sobre las medidas que pretende adoptar hasta la finalización del centro, son insuficientes para una situación de mínima igualdad de los alumnos de este colegio respecto a los estándares de calidad educativa en relación a los espacios necesarios.

La Comunidad de Madrid había expuesto que durante este curso se llevarían a cabo las obras de ampliación y finalización del centro para que estén disponibles para el comienzo del próximo curso 2016/2017 y que serían suficientes para satisfacer las necesidades de escolarización del barrio.

Desde la AMPA del CEIP Antonio Fontán recuerdan que «han sido demasiadas las promesas incumplidas de esa Administración desde que se puso la primera piedra del centro en el curso 2010/2011».

Aquel año los niños del CEIP tuvieron que ocupar espacios cedidos en otro colegio, ya que lo construido solo alcanzaba a ser un aulario de nueve unidades de infantil, sala de usos múltiples y de psicomotricidad, y llegó con dos tercios del curso ya cumplidos.

Durante el curso siguiente, el retraso en la construcción de las aulas de infantil obligó a reabrir el colegio Arroyofresno, que estaba clausurado y en situación muy precaria, situado a más de seis kilómetros del barrio y teniendo que desplazar diariamente a los alumnos en autocares .

Durante el curso 2012/2013 la Consejería debería haber llevado a cabo la construcción de la parte restante del centro, pero un nuevo incumplimiento supuso que solo se construyera un comedor, que evitó que los niños tuvieran que seguir comiendo en la sala de usos múltiples. Frente a las promesas de la Consejería, el prometido nuevo aulario con nueve clases ni las pistas deportivas exteriores pasaron de ser más que un esqueleto abandonado en mitad de su construcción.

En el curso 2014/2015 el CEIP Antonio Fontán ya se había quedado pequeño respecto a las previsiones de la Consejería de un centro de línea 3. En infantil se sacrificó la sala de psicomotricidad para poder añadir una nueva clase. También se utilizaron como aulas la biblioteca o sala de informática.

En este curso 2015/2016 según las promesas hechas por la Consejería y lo que han comunicado al Defensor del Pueblo a requerimiento de la AMPA del centro, se construirían las instalaciones de finalización del colegio. Iniciado el curso, y a falta de apenas once meses para el inicio del próximo, los padres y madres desconocen si ha habido algún grado de avance en la planificación de la Administración; porque también les prometieron que en julio les mostrarían los planos de la obra, y no ha sido así. «Las malas experiencias vividas nos hacen pensar que no cumplirán y que serán, de nuevo, promesas sobre papel mojado.»

Los padres y madres de alumnos del CEIP Antonio Fontán agradecen la labor del Defensor del Pueblo a la Comunidad de Madrid para que se consideren medidas adicionales y evitar sumar aún más contrariedades a las múltiples penurias por las que ha pasado el centro en todos y cada uno de los años de su existencia.