¿Y mañana qué?

Desde hace unas semanas se vienen realizando limpiezas intensivas en las calles de los distintos barrios del distrito.

No solo era necesario; era ampliamente reclamado desde hace meses por los vecinos que veían como, desde la entrada en vigor del contrato que el ayuntamiento había suscrito con varias empresas, las calles y plazas de nuestro distrito estaban cada día más sucias.

La limpieza viaria no solo es algo necesario por higiene, también lo es por la imagen de la ciudad y, sobre todo, por la calidad de vida de los ciudadanos. Pero la solución no es realizar estas acciones puntuales. El problema es la falta de continuidad en esta limpieza, la escasez de medios materiales y humanos que la empresa adjudicataria destina a la adecuada realización de su trabajo.

Los barrios que ya han disfrutado de esta limpieza exprés, pasados unos días han visto como de nuevo la suciedad vuelve a las calles debido a la falta de mantenimiento. Porque de nuevo el personal asignado es poco y con pocos medios.

No seré yo quien le diga a estos empresarios como dirigir su empresa, pero quizás deberían analizar si concentrar el esfuerzo en uno o dos días para volver al cabo de poco tiempo a la misma situación de partida es, no solo ya rentable, si no razonable. Deberían pensar si no sería mucho mejor para todos, para ellos, para los ciudadanos y para la ciudad, mantener una regularidad que asegure una adecuada prestación del servicio para el que han sido contratados.

Los vecinos de los barrios sobre los que se ha actuado empiezan a preguntarse cuando volverán esas cuadrillas que dejaron limpias sus calles. Se preguntan qué nivel de suciedad tendrán que soportar para ver de nuevo a esos esforzados trabajadores, que no son en ningún caso responsables de semejante despropósito, dejar limpias las calles y plazas.

Los responsables municipales deben hacer todo lo necesario para que, éste servicio público esencial y que pagamos entre todos, tenga el grado de calidad exigible y que los ciudadanos y quienes nos visitan podamos disfrutar de una ciudad limpia y con la seguridad higiénica necesaria.

Y es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros ser responsables y no contribuir con nuestra falta de civismo a incrementar la suciedad de nuestras calles y plazas.

Está muy bien que hagan limpiezas intensivas, pero ¿y mañana qué?


Ángel González es vecino del barrio de Fuencarral. Ha sido vocal vecino en la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo hasta 2015.