Se obró el milagro y el barrio de Fuencarral volverá a tener a su equipo en tercera división. La derrota de Las Rozas en Alcobendas permite a los foncarraleros ascender como segundos.
El milagro se obró y el esfuerzo tuvo su premio. El Santa Ana necesitaba ganar en Esperanza y que Las Rozas no lo hiciera en Alcobendas, dando comienzo así a una de esas jornadas del fútbol modesto donde los transistores harían tensar los nervios de más de uno, y así fue hasta el final de los partidos.
Atrás quedaba la debacle del segundo y tercero en la penúltima jornada: la última iba a ser a vida o muerte para lograr el premio a una temporada de mucho trabajo, el ascenso. Y así se presentaban Las Rozas, segundo en la tabla, en Alcobendas; mientras que el Deportivo Santa Ana, tercero, tenía que esperar el milagro en Esperanza.
Los foncarraleros hacían su trabajo y al descanso ya iban ganando 0-1 tras un gol de Quique en el minuto 35, mientras que Las Rozas sufría mucho en Alcobendas, quienes no iban a tirar su partido y esperaban su oportunidad de ascender, que tendrán premio si asciende el Navalcarnero a Segunda B.
El Santa Ana salía enchufadísimo del descanso y cuatro minutos sentenció el partido, con dos goles de Álvaro Portero -pichichi destacado de su grupo con 42 goles en 32 partidos- y que ponía la paz y daba el ascenso virtual al equipo de Fuencarral. Tocaba estar pendiente de lo que sucedía en Alcobendas y esa agonía tuvo su éxtasis cuando en el minuto 90, Kike marcaba el gol de la victoria del Alcobendas Levitt sobre Las Rozas.
Con el objetivo cumplido, los jugadores del Santa Ana disfrutaban de su más que merecido ascenso -han llegado a lograr 10 victorias seguidas de un total de 21-, celebrandolo con los aficionados y con una comida de equipo. El año que viene volverá el derbi del distrito entre el Unión Adarve y el DAV Santa Ana. Hasta entonces, a disfrutar. ¡Enhorabuena!