No le quieren. No protesta. No le importa. Es distinto.
Nosotros sí le queremos, y protestamos, porque nos importa. En un mundo de iguales, acusan a la diferencia. Le juzgan por razones inacabadas, sin rúbrica, y le silban con la tozudez del público, aburrido, cómodo, de ver lo mismo. No lo entiendo, no le ven, joder, por qué no. Me duele la cabeza de esperarles, que se den cuenta de una maldita vez, que él es lejano al resto. Palmamos la guerra, se lo perdieron.
Y justo ahora, que perdimos, somos felices en la rendición. Bebemos del whisky de los finales, cuando ya no hay nada que hacer, y le miramos, moviendo cabeza y cejas, con la sonrisa del rey. Nosotros también somos distintos, como él. Ya no queremos que le aplaudáis, o hacedlo, nos da igual. Ganasteis, guaaay. No visteis a Benzema.
Como quien trabaja con billetes, el delantero lidia con el ansia de agarrar el gol. Siempre ahí delante, entre redes, con la codicia de marcarlo. Y Benzema pasa. Siempre a la decisión mejor colocada. Dicen que Karim no tiene sangre, que tiene horchata, y no le envidiáis. Cuando al heriros las rodillas no sale rojo, sino un vaso de chufa. Los raros somos nosotros.
A quién no le gusta correr a presionar al portero, fieles de la utilidad, siervos del peloteo. Que se enciendan con el Bernabéu, que se arrodillen a la masa. Pero a nosotros, locos, nos mola más que jueguen al primer toque, que mimen al balón, no a los oídos. Nos flipa, sin sentido, que un futbolista no proteste al árbitro, como haría el resto, porque algunos humanos actúan distinto. Como si fuéramos imbéciles, elegimos que rematen de espuela, que taconeen sin aviso, que generen emociones, que les odien, que desesperen. Que solo les calme el área, que regateen en baldosas, que sonrían igual con el gol compañero. Y que ignoren ser bicampeones de Champions, o séptimos máximos goleadores de su historia. Lunáticos.
Os comprendo, irrita, no juega para vosotros. Lo hace porque ama el fútbol, ni por ti, ni por mí. No sigue reglas, es valiente con su pensamiento, lejano al resto. Yo también me enfadaría si Karim no conectó conmigo. Os lo perdisteis.
Criticadle. No protestaremos. No nos importa. Somos felices, porque Benzema es distinto.