La educación concertada-privada y la educación pública en Montecarmelo: Hechos y contrastes

Este es el contraste que tenemos las familias y vecinos de Montecarmelo.

Contamos con un colegio concertado católico (Santa María La Blanca), que ocupa dos parcelas públicas de uso educativo (las mejor ubicadas en el barrio), la última de ellas con licencia del Ayuntamiento desde este pasado mes de marzo para construir su bachillerato (privado). Este colegio cuenta, entre otros espacios, con iglesia, auditorio y tiene planificada una piscina. Igualmente cuenta con escuela infantil propia.

Su Presidente (que no Director) es el Padre Lezama, «empresario de éxito» y sacerdote que en 2015 facturaba cerca de 15 millones de euros como propietario de La Taberna del Alabardero o el Café de Oriente, en Madrid, un restaurante en Washington y un hotel de lujo en Marbella. Como «anécdota», comentar que en su inauguración estuvieron presentes personalmente Lucía Figar (ex Consejera de Educación) e Ignacio González (ex Presidente Regional), la primera incursa e imputada en la trama Púnica y el segundo actualmente en la cárcel por la operación Lezo.

Por otro lado tenemos el Colegio Alemán de Madrid, trasladado a Montecarmelo hace dos años. Es un centro privado cuyo edificio ha venido ganando importantes premios de arquitectura y que, hasta la fecha, es la mayor obra de ingeniería civil del estado alemán realizada fuera de su territorio y que ha sido declarado como «el colegio más bonito del mundo», contando con cerca de 1.600 alumnos y con instalaciones medioambientales y sostenibles.

En referencia a las infraestructuras educativas públicas contamos con la escuela infantil Sol Solito (que compite con numerosas escuelas privadas subvencionadas) y dos colegios de educación infantil y primaria, ambos por encima de línea (masificados) debido a la alta demanda de plazas escolares en un barrio que ya requiere la construcción de un tercer centro público. Y con el añadido que uno de los dos colegios (Antonio Fontán) lleva años sufriendo las obras de las diferentes fases de su construcción, con las molestias que ocasiona convivir diariamente con ellas y ver que los retrasos en su entrega son la tónica general.

Y por último tenemos una parcela vacía, de uso educativo, dividida por un talud de entre 8-15 metros de altura, que imposibilita la actuación sobre ella para construir un instituto de educación secundaria publico, ya que es la única que queda para su ubicación. Instando desde hace años a la Comunidad Autónoma y al Ayuntamiento de Madrid, tras múltiples compromisos y promesas, seguimos sin tener ninguna confirmación de nada y la parcela sigue ahí, vacía, únicamente modificada por los anuncios que sobre ella se instalan con publicidad de negocios del barrio.

Esto es lo que tenemos. El enorme contraste entre educación concertada-privada y educación pública. Por eso no nos creemos cuando la Comunidad de Madrid nos dice que ellos apuestan por la Educación Pública; que su objetivo no es desmantelarla, sino potenciarla y cuidarla.

Lo que denunciamos no es una opinión. Son hechos, objetivos y reales.


Fernando Mardones es presidente del AMPA del colegio público Infanta Leonor y miembro de la Junta Directiva de la AV Montecarmelo y de la Plataforma por la Educación Pública de Montecarmelo.