Septiembre suele ser la prueba definitiva para demostrar si un mal estudiante ha decidido ponerse las pilas o seguir vagueando. Desde aquí vamos a hacer un exámen a los gestores de la educación pública en Madrid. La nota se la ponen ustedes.
Educación secundaria
Como se preveía, el instituto de Las Tablas no estará a tiempo para el comienzo de curso en septiembre y los alumnos tendrán que comenzar las clases en un ala del colegio Estudiantes, de educación privada-concertada y cuyo coste para las arcas públicas es aún desconocido. Sin embargo, la Comunidad ya intentó ‘lavar la cara’ a esta situación anunciando el nuevo nombre del centro: el de la Premio Nobel de la Paz, Malala Yousazfai, a propuesta de la asociación vecinal de Las Tablas.
Además, este año se cuenta con un instituto menos en el distrito, tras el cierre del IES Pérez Galdós de forma opaca y poco justificada. Pese a las promesas del gobierno de Cristina Cifuentes de trasladar la Escuela de Idiomas Valdezarza a este centro, estará cerrado durante todo el curso 2017/2018 y no se sabe qué pasará con el traslado.
Tampoco se sabe mucho del futuro instituto de Montecarmelo, que sigue en disputas administrativas entre Ayuntamiento y Comunidad por culpa del talud de 15 metros de altura que parte en dos la parcela cedida para el instituto. Su construcción fue presupuestada en 2016 a través de una enmienda del PSOE que finalmente apoyó Ciudadanos y que obligaba a la Comunidad a su ejecución, que a día de hoy sigue sin realizarse.
Mientras tanto, el resto de institutos afrontan un año ‘peculiar’ después de que la Consejería de Educación bloquease todas las matriculaciones antes del verano al desconocer el total de recolocaciones de alumnos del IES Pérez Galdós. Este hecho provocará, previsiblemente, el aumento de matriculaciones en la escuela concertada y un descenso de alumnos de la escuela pública.
Educación primaria
Tampoco ha cambiado el panorama en los centros de Montecarmelo: la Consejería de Educación ha aprobado que los colegios Infanta Leonor y Antonio Fontán amplíen sus líneas educativas debido a la alta demanda de plazas pese a no disponer de los espacios necesarios para esta ampliación de alumnado: el Infanta Leonor pasará a ser línea 4 pese a estar construído para acoger un máximo de línea 3; mientras que el Antonio Fontán pasará a ser línea 5 para alumnos de 3 años. En el Fontán todavía no se ha ejecutado la tercera fase de la construcción del colegio.
En Las Tablas los frentes abiertos se multiplican. Todavía resta por ejecutar la tercera fase de las obras del colegio Blas de Lezo, que incluye el gimnasio, y cuya puesta en marcha fue prometida por la Consejería de Educación para septiembre de 2018. Además, el centro ya tiene dos cursos con líneas educativas por encima de su diseño original.
La masificación también es un problema crónico: el CEIP Josep Tarradellas tiene unos 200 alumnos más del número inicial que podía acoger, y el CEIP Leopoldo Calvo Sotelo tiene seis aulas más de las inicialmente construidas, ocupando otros espacios comunes para impartir clase.
También ha comenzado el curso con obras sin finalizar en algunos colegios, dependientes de la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo: En el Colegio de educación especial ‘La Quinta’ están arreglando la fachada, los patios y falta por finalizar las obras de mejora de la accesibilidad en varias aulas. En los CEIP Breogán y Jorge Guillén faltan por arreglar baños y pintar despachos, mientras que en el CEIP Bravo Murillo todavía se está terminando de arreglar el patio polideportivo.
Educación infantil
El gobierno de Ahora Madrid prometió en abril tener listas para el curso 2018/2019 las nuevas escuelas infantiles de Montecarmelo, Las Tablas y Arroyofresno. Sin embargo, el 7 de agosto se hizo pública una nota de prensa en la cual solo se anunciaba la construcción de tres escuelas infantiles en Moratalaz, Valdezarza y Valdebebas. Dificilmente llegarán las restantes al curso 2018/2019 cuando ni siquiera están adjudicadas.
Tampoco se ejecutará este curso la promesa del propio consistorio de realizar una red municipal de escuelas infantiles públicas. Las tres escuelas existentes en el distrito -La Corte del Faraón, La Rosa del Azafrán y La Caracola- tendrán gestión privada hasta 2021 tras la adjudicación realizada por la Junta Municipal a tres empresas diferentes, aunque se han añadido criterios como la incorporación de productos de comercio justo en las comidas.
Por otro lado, las escuelas infantiles dependientes de la Comunidad de Madrid también acumulan problemas. Este diario ha podido saber que 38 solicitudes han sido rechazadas en la Casa de Niños Bravo Murillo, situada en el propio colegio Bravo Murillo, después de que la dirección del colegio denegara la ampliación de aulas destinadas a la escuela infantil. El Bravo Murillo continuará así siendo un colegio con línea 1 educativa -tenía 188 alumnos el curso pasado-, pese a poder ampliar la línea y albergar a muchos más.