Las noticias dependen del momento en el que las recibes. Y el jueves yo estaba en mitad de un partido de tenis cuando de repente habría un cambio de gobierno y Zidane dimitía del Madrid. Mi rival y yo nos miramos, separados por la red, abrimos la boca, movimos las cejas, y seguimos jugando.
Rajoy y Zidane son dos maneras de dejarlo. Mariano se va por descuidar una relación pensando que su mujer nunca le cambiaría. Infidelidades, mentiras, varios sms con mujeres sospechosas y una dejadez diaria, que pensó suplida con salir juntos a hacer footing. Y justo le ha levantado a su esposa el típico chico guapo que menos le intimidaba. A Rajoy le han dejado.
Zidane, en cambio, ha sido él. Y tras vivir el viaje de pareja más redondo: el de las 3 Champions consecutivas, ha decidido dejarlo. Justo en el pico más alto, como el novio más deseado y el marido más querido. Zidane se va quedando con su esposa delante de todo el público, para decirle la verdad: que se va, porque cree que es el momento, para que juntos, separados, sigan creciendo. Para que dentro de poco, se vuelvan a casar, y que sea para toda la vida.
Fuente imagen: El economista