Llámame, niña

Cuando todo me sale bien voy corriendo a jugar a la Play, porque no puedo pensar. Porque pensar sin problemas siempre me ha parecido peligroso. Y porque la Play me ayuda a enfadarme, a dejarme bien cerquita de la realidad. Dime tú, por qué se te ocurrió tu última mejor idea. Seguro que tras una putada. Una putada siempre es una oportunidad.

Y en un cabreo reciente decidí una cosa: paso de Whatsapp, yo quiero llamar por teléfono. La aplicación es lo mejor para gente que en persona no habla y para ligar por las noches. Pero mandar mensajes enfría las relaciones. Piensas que estás todo el rato en contacto y es verdad, pero es mentira. Estrené mi idea con uno de mis mejores amigos para contarle que ya sé seguro con quien me quiero casar. Y desde ese día hago al menos dos llamadas diarias, solo para hablar.

Así que nada. Llámame, niña.

 

Fuente Imagen: Mundiario