El tramo afectado discurre bajo algunas vías de la estación de Chamartín, que se apoyan sobre una estructura metálica vinculada al túnel. Las obras comprenden diferentes tratamientos que evitarán las filtraciones y permitirán reparar los elementos afectados por el agua.
Seis meses después de prohibir la circulación a los vehículos por el tunel de Pio XII, y varias semanas después de abrirlo parcialmente en sentido M30 sur, ADIF ha iniciado las obras que permitirán eliminar las filtraciones de agua existentes en dicho tunel. Las obras tendrán un coste de 3,8 millones y tienen un plazo de ejecución de tres meses, así que el tunel no abrirá hasta septiembre.
El túnel de Pío XII, de titularidad municipal y construido en los años 60, tiene una longitud de 700 metros, 200 de los cuales discurren bajo algunas vías de la estación de Chamartín. En este tramo, afectado por las filtraciones, existe una estructura de vigas metálicas que, apoyada en los laterales del túnel, sirve de soporte a las vías de la estación.
Desde que se detectó el problema, técnicos de Adif y del Ayuntamiento de Madrid han venido trabajando conjuntamente para analizar el problema y determinar las posibles soluciones. Adif encargó una inspección exhaustiva de la estructura metálica que da soporte a las vías, determinándose que era necesario actuar tanto en la playa de vías de Chamartín y en las zonas de juntas como en la propia estructura.
Adif ha planificado las obras con el propósito de minimizar las afecciones al tráfico ferroviario en la estación de Chamartín, en coordinación con Renfe Operadora.