El mejor y la máquina: En el Mundial de las sorpresas y la justicia, ganó el mejor y la máquina. Francia y el VAR. Una historia muy bonita con un notable final, en el que Griezmann y Mbappé, los sucesores, se impusieron a la esperanza del torneo: la Croacia de Modric y su melena de carisma, que a punto estuvieron de dejarnos a cuadros.
Así de fácil: Un deporte frío, de ricos, en silencio, caro, que se juega después de comer, en polo, sin poder insultar al rival, que para si llueve. Así de difícil es que transmita el tenis. Y Nadal, al acabar cada partido, casi nos hace llorar.
No cambiaré: Luis Enrique es el nuevo seleccionador de España. Un tipo auténtico y de la misma familia que Luis Rubiales. Es decir, de la familia contraria a la elegancia. En sus palabras de estreno en el cargo dijo que no cambiará. Nos da igual. Solo hay una cosa que tiene que cambiar: los ojos durmientes de la Selección.
El timing: Una vez escuché a un empresario de éxito decir que lo más importante en la vida era el timing. Y tiene razón, pero como todo en la vida, no hasta el final. Cristiano se ha ido del Madrid en el momento justo, pero no de la mejor manera. Sin homenaje y por un precio estúpido. Se fue con dos cartas que le definen: no transmite y nunca será un poeta.
Fuente Imagen: La Voz de Galicia