El gen: El Adarve arrancó ayer la liga con todo nuevo. La delantera, la camiseta, el míster, el cuerpo técnico y el campo. Aunque hay algo que nunca cambia: el gen Adarve, implacable. Cuando todos se cansan, algunos se rinden, los lobos se relamen. En el fútbol de Madrid hay una visita obligatoria: los minutos finales del Adarve.
Kalma: Cuando terminó el Girona-Madrid me fui a casa pensando una verdad: cuando Benzema se retire, dejo el fútbol. Ayer le escuché a Roncero rendirse ante él. “Lleva diez años resistiendo aquí, ya hay que quererle”. Yo me rindo con cada pase. Cuando recoge cada balón tan tranquilito, como si no supiera qué hacer, y lo devuelve con una sutileza tan dulce. Benzema es una forma de vida. Y la vida con kalma, como Karim.
Mi mes: Septiembre siempre ha sido mi mes favorito. Y lo es tanto que cada agosto me lo he pasado planeando septiembre. Por lo típico: volver con tus amigos, ver a tus novias y pensar cosas nuevas. Pero sobre todo por una cosa, porque vuelve el Comunio.
Escupir: Justo cuando estaba volviendo de Bilbao, mi vecino me enseñó en su móvil el vídeo de Iñaki Williams peleándose con su pareja. Al delantero se le torcieron las cosas e hizo lo que hace un futbolista cuando falla sobre el campo: escupir. Si ya parece feo sobre el césped, imaginen aquí. Sería tarjeta roja. Porque yo no podría volver con alguien que me escupe.
Fuente Imagen: Gonzalo Martín