Tarde de domingo con un tiempo perfecto para la práctica del fútbol en las instalaciones deportivas de Ramón Gómez de la Serna. El Juvenil A del CD Masriver se enfrentaba en la jornada 6 al AD San Pascual-Montpellier, equipo bajo de la tabla, pero que sabíamos que nos iba a crear muchos problemas.
Comenzábamos el partido dominando el juego, mandando, pero con un ritmo demasiado bajo, donde el rival estaba cómodo sin balón. Teníamos cerca del 90% de posesión, pero era ineficaz. Un equipo quería jugar, proponía cosas, el otro solo quería quitarse el balón de encima e intentar montar alguna contra. Pocas ocasiones claras en la primera parte, pero todas de parte del CD Masriver.
Nos fuimos al descanso un poco descolocados. El equipo veía que tenía la pelota, pero que no servía para nada. La consigna era clara: había que tener paciencia. Tocar y tocar a mayor velocidad y atraer al rival. Amplitud y profundidad eran claves. Hay que entender y aceptar, como no puede ser de otra forma, que aunque a la mayoría puede que no nos guste el no querer jugar y el encerrarse atrás, es tan válido como cualquier otra propuesta de juego, y en definitiva también es fútbol. Salimos más agresivos, moviendo el cuero con más velocidad, al rival ya le costaba más llegar a las vasculaciones. Empezábamos a perder la calma, cuando en el minuto 68, una espectacular jugada en equipo donde la totalidad de los jugadores tocaron la pelota, ésta acaba en banda, Mario se va en velocidad de su defensor, apura hasta linea de fondo, da el pase de la muerte, y Samu de tiro raso desde dentro del área grande hace el justo y merecido 1-0. Premio al esfuerzo y en definitiva al que más demostraba querer ganar. Fueron clave los jugadores de refresco que entraron desde el banquillo, así como la insistencia en busca del gol. A partir de aqui buscamos con ahínco el 2-0 que nos diera la tranquilidad, pero aunque es cierto que el marcador no se movería, no pasamos apuros.
El juvenil A del CD Masriver sigue demostrando saber adaptarse a las dificultades que nos planteen los rivales y dejandose hasta la última gota de sudor en el intento. Podrán salir o no las cosas, pero este equipo pelea hasta el final. 1-0 en el marcador final que nos afianza en nuestra convicción de no cambiar nuestra idea de juego haga lo que haga el rival y nos mantiene en la parte alta de la tabla clasificatoria.
Autor: José Ángel Pérez