Siempre lo he tenido claro, pero a veces dudo. Como en algún tramo de 2º de Bachillerato, cuando no sabía muy bien qué carrera elegir. Por aquellos tiempos, reunía mis dudas en una libreta donde apuntaba cada día qué estudiar. Anoté Historia + Periodismo: “molaría, pero estaría jodido para encontrar trabajo de mayor”, escribí. Puede que ese siempre haya sido mi objetivo: no trabajar de mayor.
Por aquellos tiempos, aparte de escoger una carrera, empecé una rutina. Ir a comer una vez por semana a casa de mis abuelos. Porque siempre he querido comer en restaurantes y porque siempre he querido a mis abuelos.
Por ellos sacaba buenas notas en el colegio, por la vergüenza que me daría decirles que había suspendido. Y por ellos quiero conseguirlo todo tan rápido, para que lo vean.
Ahora como varios días a la semana en restaurantes, pero siempre uno de ellos es en casa de mi abuela. El mejor, sin duda.
Fuente Imagen: Un día que llovía queso rallado en la terraza de mis abuelos