Loquesí y loquenó #4

Lo que me ha hecho feliz y lo que no de esta semana.

Lo que sí

Una vez al mes. Un amigo y yo decidimos quedar una vez al mes para cenar en las escaleras de Moncloa. Este martes quedamos para comer, pero hicimos lo de siempre: analizar las vidas de los demás y planear las nuestras. Me contó que ya se quería independizar y yo le dije que aún no, antes de terminar mi pizza. Lo único bueno sería eso, comer todos los días pizza. Hasta los 25 quiero seguir viviendo con colegas.

Ver a Angie. Tras su viaje por amor por Sudamérica, por fin volví a ver a la chica suiza que vive en Francia y ahora estudia en Vicálvaro. Ya le digo que pierde glamour. Pero comiendo lo recupera.

Mil rimas. Lo que más mola de un equipo de fútbol nunca suele ser su fútbol, es la gente. Y en el Masriver tienen un equipo dedicado a la rima obrera. Con mi padre José y Marsero de capitanes, y Lucifer de escudera. Menos mal que Mónica me protege.

Salir de fiesta. Por prescripción de mi madre y consejo médico, abandoné la fiesta casi por un mes. Pero en este finde pasado volví al deber. Como casi nunca, la espera mereció la pena.

Las clases de lengua. La vida tiene estas cosas. Cuando no sé qué hacer, le pido consejo a mi alumna. Ella siempre me responde con naturalidad. Aunque intuyo que a estas alturas, la sintaxis ya le parecerá más divertida que mi vida. Y, por cierto, felicidades otra vez.

Una cena. Después del atraco doble de la Copa, quedamos a cenar. También lo hacemos una vez al mes y siempre en el mismo sitio, porque se niegan a salir del Vips de Mirasierra. Aún te sigo esperando con la mochila, Iván. Te saco en la columna para que al menos de esto te acuerdes.

Lo que no

Una entrevista y medio documental. El jueves volví a ver la entrevista de Évole a Mujica en su rancho de Uruguay. En la que habla, sobre todo, de la austeridad. Para profundizar, vi medio documental sobre el minimalismo. Vivir con lo mínimo y disfrutar de lo más esencial, acabar con el consumismo. Al terminar ambos me metí en la cama, supongo que para ahorrar.

Se va Nacho. Mi primer compañero de trabajo se va a Alemania, donde dicen que hasta los redactores de periódico tienen ideas. Seguro que le echaré de menos. Y el Adarve también. Tras su ausencia, ya he tomado la primera medida: para todo aquel que no sea fan de OT, paso inhabilitado a la zona de prensa.

 

Fuente Imagen: Gus Dapperton y una chica rubia