Yo no lo iría contando

Hace unos días me preguntaron en una entrevista para TEDx por tres personas que me inspiraran. Yo respondí que tres famosos, secretos, porque mostrar a tus referentes es peor que enseñar tus votos. Con remordimiento añadí que, sobre todo, me inspiran mis padres y mis colegas.

De ellos probablemente aprendí la mitad. No por nada, sino porque solo se puede aprender la mitad.

En esta semana he valorado el fracaso. Gracias a Casey Affleck, tras descuidar su casa con un terrible final, en «Manchester by the sea». Por Luke Olson, el fantástico vocalista de «The Walters», un grupo de los que mola: música triste que te pone feliz. Y por Vinícius, que con el error tatuado entre su mandíbula, nunca lo dejará de intentar.

Todos hemos fracasado. Yo siempre he pensado en Cristiano Ronaldo, que seguro que ahora mismo está enfadado. Y lo bonito no es olvidarlo. Aunque como con los referentes, yo si fuera tú, los fracasos no los iría contando.