Luz verde al Matadero del Norte en la antigua fábrica de CLESA

El Ayuntamiento de Madrid aprueba la ordenación urbanística de la parcela de la antigua fábrica de CLESA, recuperando la nave principal para crear una nueva dotación cultural pública, y destinando el restante a servicios culturales y mejorar el entorno.

Los goles en el tiempo de descuento también cuentan, y si no que se lo digan a los madridistas. El área de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a la ordenación urbanística de la parcela de la fábrica de CLESA, situada en el polígono industrial de Fuencarral, que permitirá recuperar la instalación, cerrada desde 2012, como una nueva dotación cultural, abriendo la puerta a convertirla en el «Matadero del Norte», como propuso Ahora Madrid en su programa electoral de 2015.

La Junta de Gobierno celebrada ayer, 4 de abril, previa al último pleno de la legislatura, permitirá que la parte de la parcela correspondiente al edificio, con una superficie de 37.928,70 metros cuadrados, sea protegida con un grado 3 de protección parcial, garantizando su cesión al Ayuntamiento con la catalogación de uso dotacional público.

A cambio, el restante de la parcela, propiedad de Metrovacesa, se destinará a servicios terciarios «que permitan la dinamización de la zona», manteniendo la edificabilidad industrial en 2,4 m2 por metro cuadrado. También se mejorará el perímetro de la parcela, permitiendo un ensanche del apeadero ferroviario de Ramón y Cajal e instalando una nueva pasarela que conecte el hospital con la nueva zona cultural.

El consistorio prevé que la parcela se destine a un uso cultural, creando dotaciones que permitan desarrollar servicios colectivos en una instalación atractiva de calidad arquitectónica. La singularidad de la fábrica, diseñada por Alejandro de la Sota, está siendo estudiada por la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico Artístico y Natural (CPHAN) con el fin de incluirla como Patrimonio de la ciudad.

El edificio, muestra única de arquitectura contemporánea diseñada por el arquitecto Alejandro de la Sota junto al ingeniero Manuel Ramos, entre los años 1958 y 1961 y se considera una de las más icónicas construcciones industriales españolas del siglo XX.

En el año 2015, la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Artístico y Natural (CPPHAN) informó favorablemente para que fueran protegidos diversos elementos de la fábrica: dos naves principales, su estructura vertical y horizontal, los forjados, la cubierta y la fachada principal. De manera previa a esta acción, Metrovacesa convocó un concurso de ideas, coordinado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, para estudiar las posibilidades del edificio.