Amigos

"Friends", por Jose Moutinho en Flickr bajo licencia CC 2.0 BY

Por Alicia Martín Vara, tercer premio del I Concurso de Relato Corto de Peñagrande en categoría adultos. 

Habíamos crecido juntos. Cuando era niño jugaba con él al escondite inglés, más tarde, de adolescente, fue el encubridor de mis primeros cigarros y después, de joven, compartió conmigo alguna que otra novia. Ahora, ya en la madurez de los dos, seguíamos unidos por las lecturas en las cálidas mañanas de otoño, o por la visión de los atardeceres, tan radiantes, sobre la sierra madrileña.

Por eso ayer me conmocionó saber que él había desaparecido, víctima de un estruendoso accidente ocurrido en mi calle. No daba crédito a lo ocurrido y necesite verlo con mis propios ojos.

Corriendo me acerqué al sitio donde había sucedido. Bomberos, policías y muchos curiosos llenaban el lugar, y sí, por desgracia, él yacía en medio de ese tumulto… la pena me invadió, y no me pude acercar para despedirme de él. Volví a casa. Esta noche no he pegado ojo recordando nuestra vida juntos.

Por eso, hoy por la mañana, me puse el traje negro para darle el último adiós, y asistí con lágrimas en los ojos a la poda de los restos de mi querido pino, arrebatado por el viento, de mi barrio querido.