La nueva sede se concibe como un Edificio de Energía Casi Nula por su estrategia de diseño y materiales. Los trabajos comenzaron el pasado mes de abril y tienen un presupuesto de 26 millones de euros. La segunda fase del proyecto incluirá un Museo del Transporte.
Las obras de construcción de la nueva sede de Metro de Madrid, ubicada sobre las antiguas cocheras de Plaza de Castilla, ya están en marcha y se alargarán hasta finales de 2020. Bajo el nombre de Centro Tecnológico Administrativo, comenzará a albergar a los trabajadores del suburbano madrileño a principios de 2021.
Tras la ejecución de la nueva sede se pondrá en marcha una segunda fase del proyecto que incluirá el futuro museo del transporte de Madrid. Los nuevos edificios e instalaciones conformarán un Centro Integral del Transporte que permitirá reubicar y concentrar en un futuro
próximo los principales servicios administrativos y de control de Metro, albergando a los más de 1.000 trabajadores de la empresa.
Con un presupuesto de 26 millones de euros, 20 se destinan a la construcción del inmueble y los 6 restantes a la implantación de diferentes instalaciones del edificio. “Gracias a la concentración de servicios se conseguirán mayores sinergias y una disminución de costes en la producción y operación de Metro de Madrid, así como una mayor eficiencia de los rendimientos en la organización; ahorros logísticos y en el alquiler de inmuebles; una mayor eficacia en la actividad diaria; y una reducción de tiempos de respuesta en la resolución de incidencias”, declaró Pedro Rollán, presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, en una reciente visita.
Actualmente ya se ha realizado el vaciado completo de la parcela, que anteriormente acogía las antiguas cocheras de la línea 1 de Metro, hasta alcanzar dos plantas bajo rasante. Además, ha arrancado la cimentación de los muros de hormigón perimetrales, se ha puesto en marcha la ejecución de pozos de geotermia y se ha instalado una grúa próxima a la plaza de Castilla, a la que se sumará próximamente una segunda en su lado opuesto por la calle Magnolias.
El depósito de avenida de Asturias ocupa una manzana de más de 18.000 metros cuadrados, se construyó en el año 1965 y mantuvo su actividad hasta 2013. De finales de 2016 a comienzos de 2017 se desmontaron seis naves, el haz de vías, la catenaria, la rampa de acceso de vehículos, la escalera de acceso peatonal, soleras y saneamiento, además de una plataforma de terreno natural, nivelada a una cota parecida a la original del depósito y los muros de contención de las calles perimetrales, situadas a un nivel superior.
El Centro Integral del Transporte se completará durante la segunda fase del
proyecto y contará con nuevos inmuebles, como un edificio denominado Centro de Control de Operación de Red (CCOR) que agrupará el actual Puesto de Mando y el Centro de Operaciones de Mantenimiento y Monitorización de Instalaciones y Comunicaciones (COMMIT).
Además, otro inmueble se destinará al Consorcio Regional de Transportes, se habilitará un Museo del Transporte, un aparcamiento de más de 300 plazas, un gran jardín y zonas al aire libre en los espacios centrales y una cubierta vegetal cambiante en las diferentes épocas del año.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la nueva sede se concibe como un Edificio de Energía Casi Nula (NZEB), dando cumplimiento a las directivas europeas que requieren este comportamiento energético en los edificios públicos que se construyan a partir del año 2018.
Así, incorpora estrategias de diseño y elección de materiales para reducir el
efecto isla de calor -especialmente en las cubiertas mediante elementos de
sombra y vegetación-, junto a la disminución de la huella energética y ecológica al bajar la demanda de energía y el consumo de recursos naturales. Además,contará con instalaciones de alta eficiencia, como la geotermia, y el aparcamiento dispondrá de recarga de vehículo eléctrico y aparcamiento parabicicletas.
La idea es que, a pesar de la innovación y nuevas tecnologías que aporta el
proyecto, los nuevos edificios evoquen el pasado ferroviario del lugar. Así, la
mejora del funcionamiento del servicio se complementa con la creación de un espacio que mantendrá el legado de las antiguas cocheras y que podrá ser también disfrutado por los ciudadanos.
El traslado a este recinto viene motivado por la venta de la actual sede social de Metro de Madrid de la calle Cavanilles a la Cooperativa Residencial El Andén del Retiro. El precio de venta fue de 28,8 millones de euros, de los cuales se estipuló que 8,8 millones de euros se abonarían en metálico, mientras que los 20 millones de euros restantes serían un pago en especie consistente en la construcción por parte del adquirente de la nueva sede.
Para el diseño del proyecto, Metro de Madrid convocó un concurso de arquitectura mediante un convenio firmado entre el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Como resultado del mismo resultó ganadora la propuesta redactada por el equipo ‘Jardín 1’.