Los más de 4,8 millones de euros destinados en los presupuestos participativos al distrito de Fuencarral-El Pardo ya tienen dueño. El Ayuntamiento de Madrid ha hecho oficiales los resultados de la edición 2019 que permitirán realizar carriles bici, canchas, mejoras urbanísticas y estudios de movilidad, entre otros.
La propuesta más votada a nivel distrito ha sido el estudio del soterramiento de la M30 a su paso por la avenida de la Ilustración, que ha contado con un total de 737 apoyos. Esta propuesta, dotada con 30.000€, supondrá la ejecución de un estudio de movilidad que, «contemplando las actuales demandas y condiciones de uso en el ámbito, permita establecer los diseños adecuados en el correspondiente proyecto específico», según valoraron los técnicos municipales.
El estudio para la creación de una rotonda en el acceso a Montecarmelo desde la M607 se ha convertido en la segunda propuesta con más apoyos, con 699 votantes que permitirán la realización de dicho informe para mejorar el tránsito en dicho cruce, cuya intensidad de tráfico es cada vez mayor. Completa el pódium la propuesta de la mesa de salud del foro local de crear un informe que permita identificar las necesidades de las personas mayores de 65 años que viven solas en sus casas.
Como ya pasara en 2016, la propuesta con el mayor presupuesto se la lleva el mundo del rugby, que con 353 votos y una valoración de 750.000€ solicita la creación de un campo de rugby en las instalaciones de Mingorrubio, donde se están realizando las obras de remodelación del campo de fútbol existente y que previsiblemente utilizará la Agrupación Deportiva El Pardo.
También para El Pardo se va la segunda propuesta más cara: conectar el anillo ciclista con la carretera M605, pensado por su proponente como una continuación del proyecto de la Comunidad de Madrid de crear un carril bici en dicha carretera. Valorado en 733.000 euros, el proyecto contempla ampliar la pasarela existente sobre la M30 y crear un carril bici de 2,5 metros de ancho hasta el Tejar de Somontes.
Entre las restantes propuestas apoyadas por la vecindad se encuentran la mejora del centro cívico de La Vaguada, la creación de un bulevar en la actual mediana de Monforte de Lemos, arreglar y ensanchar aceras en el barrio del Pilar o arreglar las escaleras de acceso al Parque de la Vaguada.
Para Peñagrande se ha votado la mejora de la seguridad en la avenida del Cardenal Herrera Oria y un plan de barrio dotado con 500.000 euros para la zona de Ricote, propuesto por la AV Islas de Peñagrande. Así mismo, la ciudadanía ha votado la creación de estudios de movilidad para mejorar el tráfico en la glorieta Pradera del Saceral y crear caminos escolares en Las Tablas, así como la creación de una ludoteca bajo el concepto de «Casa Grande» en el Centro Comunitario Guatemala.
Para el barrio de Las Tablas se han aprobado 300.000 euros para unas instalaciones deportivas básicas -canchas- y 150.000 para la repoblación de medianas. Por último, tres de los centros culturales del distrito podrían contar en el futuro con un puesto denominado «bibliored» que se asemejará a los puestos de «bibliometro» existentes en el suburbano madrileño, y que contará con una pequeña colección de libros, mobiliario y un auxiliar técnico. De las propuestas de toda la ciudad, solo la ganadora tiene afección para el distrito: propone la realización de un estudio para reposición de fauna y flora en El Pardo y la Casa de Campo.
Proyectos que no se sabe si verán la luz
La llegada del nuevo gobierno municipal ha puesto en duda la ejecución de todos los proyectos de presupuestos participativos aprobados desde 2016 y no ejecutados. El planteamiento de un «nuevo» modelo de participación ciudadana por parte de PP y Ciudadanos ha hecho saltar las alarmas en entidades vecinales y participantes del proceso.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha confirmado en la comisión del ramo que el Gobierno municipal «no va a dejar de hacer los presupuestos participativos» pero antes desde el Ejecutivo «desatascarán la bola» de los cerca de mil proyectos aprobados en ediciones anteriores pero no ejecutados. Considera que «tan importante es la convocatoria de los participativos como no acabar con las expectativas», en relación con la frustración que puede sufrir la ciudadanía cuando ve que sus propuestas «aún no se han materializado».
