- Los casos de legionela han aumentado en los últimos años en España y la incidencia de los brotes es cada vez más amplia.
- Su contagio se produce mayoritariamente por las instalaciones que transportan o contienen agua en edificios, servicios o industrias.
¿Qué es la legionelosis?
La bacteria Legionella pneumophila, cuyo hábitat principal son las aguas estancadas, da lugar a la enfermedad conocida como legionelosis, cuyos efectos producen infección pulmonar, dificultad para respirar, fiebre y tos. También genera síntomas gastrointestinales, náuseas y malestar general.
Instalaciones de agua caliente sanitaria, torres de refrigeración, baños termales o humificadores son algunas de las fuentes de la infección, aunque las complicaciones para dar con el origen de la infección implican que la mayoría de casos diagnosticados no cuenten con un origen reconocido. La bacteria suele reproducirse en el interior de los conductos que han acumulado aguas durante varios días o semanas, siendo expulsadas al exterior por las rejillas de ventilación.
La hospitalización es fundamental cuando la fiebre supera los 39 grados o si el enfermo tiene problemas inmunológicos, debido a las complicaciones que se pueden derivar de esta enfermedad, que pueden derivar en neumonías severas.
Si bien la incidencia de la enfermedad se ha estabilizado en los últimos años, la aparición de determinados brotes suele darse en los meses de verano. En 2017, España notificó la cifra más alta de la década, con más de 1.300 casos.
¿Cómo diagnosticar esta enfermedad?
La identificación de la legionelosis es un proceso complicado, teniendo que apelar al análisis microbiológico mediante el cultivo en medio selectivo, la demostración de antígenos en la orina del paciente o la hibridación molecular.
Laboratorios Omega, con una amplia experiencia en la identificación de esta bacteria, permite realizar los ensayos oportunos de serología que confirmen o desmientan la presencia de esta bacteria, conocer el grado de contaminación y actuar en virtud de la normativa vigente.
Evita riesgos: Consejos para evitar el contagio
La limpieza y correcto mantenimiento del sistema de climatización que se sitúa en nuestro entorno es fundamental para evitar las condiciones de colonización. Evitar la exposición a temperaturas superiores a los 25 grados y realizar desinfecciones previas a la puesta en marcha del sistema, especialmente después de verano, son los consejos básicos para evitar cualquier tipo de infección. Del mismo modo, estas precauciones deben extremarse en ubicaciones estratégicas, tales como hospitales, centros médicos, colegios o centros de mayores.