Poco a poco se va asentando la nueva normalidad. Bares, restaurantes, cafeterías y distintos locales dedicados a la hostelería abren sus puertas, aunque nadie puede entrar todavía.
Las terrazas se han convertido en el espacio hábil para las relaciones comerciales con los clientes.
Esto implica una gran transformación social, económica y profesional a la que hay que ir adaptándose.
Uno de los elementos que más ha cobrado protagonismo en este sentido es el de las mamparas paravientos como las de kauma.es . Estas soluciones de aislamiento, han visto aumentar su demanda, por las nuevas necesidades que tienen tanto estas empresas como sus clientes.
Los bares y restaurantes en la nueva normalidad
La situación de bares y restaurantes en la nueva normalidad está siendo cada vez más aceptada, aunque muchas cosas han cambiado.
Las terrazas, como comentábamos antes, han cobrado protagonismo. Es el único lugar por el momento en el que pueden estar los clientes. Es más, aunque esta permisividad se va ampliando, la gente no quiere estar en un espacio cerrado.
Todo el confinamiento que hemos vivido, el clima apetecible que ofrece el verano y la preferencia de estar al aire libre, ponen a las terrazas como la mejor opción donde tomar algo.
Las medidas institucionales facilitan esta práctica. Los locales con terraza pueden ampliar el espacio útil, para paliar la reducción de aforo impuesta, como salvaguarda de la distancia mínima de seguridad.
Por otro lado, la barra en estos locales ha dejado de ser tan funcional. Bebidas y comidas se piden en mesa, con el fin de que los clientes estén en todo momento sentados y que se crucen lo mínimo posible entre sí.
Las mamparas paravientos, una cuestión de salud
Ante esta situación, las mamparas paravientos se han convertido en un elemento cada vez más presente para bares y restaurantes con terraza.
Se trata de estructuras modulares, adaptadas en estilo a las necesidades de cada local, que cubren el espacio necesario de la terraza. Separan así de forma práctica a los clientes del resto de peatones que puedan estar pasando por la zona.
Las mamparas modulares pueden adaptarse al terreno, son fáciles de guardar y cumplen la normativa municipal en este tipo de instalaciones. Todo ello lo ofrecían hasta ahora y eran motivos por los que se adquirían.
Sin embargo, ahora su utilidad es todavía mayor. Las mamparas paravientos son escogidas por una cuestión de salud.
En primer lugar, porque protegen a los clientes. Ellos están en mesas y no pueden apartarse si vienen peatones. Lo que desean es poder estar en compañía con el mayor confort posible.
Los peatones, por su parte, también reciben su correspondiente protección. No tienen que acercarse a los clientes para pasar por la acera anexa a la terraza, ni corren peligro de contagio, ya que la mampara crea literalmente una barrera física de protección.
Pero además, no debemos olvidar que el coronavirus no es el único riesgo para la salud que existe. Las enfermedades que se pueden transmitir por el aire son numerosas. Ahora que este tema nos preocupa mucho más que antes, las mamparas paravientos también sirven de medida de protección ante estos gérmenes.
Por supuesto, a la protección de la salud de los clientes se unen también los factores que ya ofrecían antes, como una mayor intimidad y confort para disfrutar del rato que se está en el local.
Los paravientos, de hecho, no solo son prácticos para frenar cualquier atisbo de brisa o viento, sino que pueden ser fabricados para garantizar la máxima intimidad de los que están dentro. Siguiendo el estilo en acabados y decoración del resto del local, estas mamparas pueden crear el espacio íntimo y cómodo que los restaurantes y bares quieren ofertar como valor añadido a sus clientes.