El 6 de enero leí a Tallón: desenvolver un regalo es más atractivo que el regalo en sí. Llevaba toda la vida pensándolo. Y me di cuenta anteayer. Hay veces que te pasas la vida entera pensando en algo y hasta que no lo lees no lo descubres. Estos pensamientos son peligrosos: ni te enteraste y ya se apoderaron de tu forma de ser. Hubo un año que para abrir más regalos me bajé al Superior y envolví la compra.
Estos pensamientos son aún más peligrosos cuando se convierten en una cadena. Empiezas con el papel de regalo y sigues con el dinero. Hay veces que te gusta más ganar dinero que gastarlo. Y terminas con el amor: no se puede desear algo que ya tienes.
Por suerte hay regalos como el iPhone. Y chicas como tú.