Las familias del centro se revuelven contra la decisión del gobierno de Isabel Díaz Ayuso de cerrar dos líneas de educación infantil el próximo curso 21/22, y que justifican usando los datos de matriculación del año de la pandemia.
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, dirigida por Enrique Ossorio (PP), ha anunciado la supresión de dos aulas de primer y segundo curso del segundo ciclo de educación infantil (3 y 4 años) del CEIP Cardenal Herrera Oria, disminuyendo de tres a dos las clases ofertadas en educación infantil. Las familias del centro se han revuelto contra esta decisión: “de forma progresiva, nuestro colegio se convertirá en un “línea 2″, suprimiendo con ello un elevado número de puestos escolares”, afirma su AMPA.
La dirección del centro ha confirmado que la decisión se ha tomado tras analizar los datos de matriculación del curso 2020/2021, cuando se incorporaron 48 alumnos al primer curso de infantil y 63 al segundo, y cumpliendo así con la ratio regional de 25 alumnos por aula. Esta resolución ha sido criticada por las familias del centro, quienes aseguran que no se ha tenido en cuenta la excepcionalidad de este año de pandemia, recuerdan que la educación infantil es un nivel educativo no obligatorio y la dificultad del proceso de matriculación durante la pasada primavera: “los padres han preferido tener a sus hijos en casa para evitar riesgos“.
Los propios datos de la Comunidad de Madrid apoyan su reclamación. En los años previos a la pandemia, la matriculación en infantil fue mayor que la del último año, con una tendencia estable desde 2016 en torno a los 70 alumnos. Para tratar de frenar esta decisión, las familias del centro convocaron ayer una llamativa concentración para rodear el colegio con globos de colores a donde acudieron varias decenas de personas. También contó con la presencia de concejalas del PSOE y Más Madrid, y representantes de Podemos.
El AMPA del centro apela a la libertad de elección para elegir educación pública “de calidad” y considerando a la bajada de ratios como “la garantía de un entorno más seguro frente a la pandemia”. Su comunicado finaliza afirmando que “el aumento de las ratios atenta contra la seguridad de nuestro alumbrado y sus familias y disminuye la calidad educativa”.
Por su parte, la dirección del centro ha contestado al AMPA recordando que su deber “es cumplir y hacer cumplir las resoluciones que emanen de la Comunidad de Madrid” y dan a entender que la reducción de aulas no es definitiva: “la asignación provisional de unidades al centro podrá verse modificada en el proceso durante el proceso de admisión”, que finaliza el 4 de junio.