Acabar y perder

El jueves me senté al lado de una pareja que llevaba puestas las mismas zapatillas. Como dicen, el amor es algo muy resistente: se necesitan dos personas para acabar con él. 

Esta semana terminaron varias cosas. Las elecciones madrileñas. El triunfo de Ayuso retrata la nueva política; ahora nos gobierna una periodista. El fracaso de Gabilondo significa que en la nueva política, la política ya es lo menos importante. No lo digo por su partido, a la deriva, sino por él, un tipo formidable que no tiene hueco en este rebajado escenario. 

El fin del estado de alarma. Las noches son el momento del día en el que más piensas en ti y menos en los demás. Eso siempre ha sido un peligro, pero ahora más. La juventud es la etapa en la que tienes más tiempo por delante, pero la vives como si ya se fuera a terminar. De joven y de noche se puede ser un poco más gilipollas. Pero aún no podemos serlo todos al mismo tiempo, ni en el mismo lugar. 

Aún hay que perder más para aprender a perder.