Una peculiar tradición se repite año a año en las puertas del instituto público Gregorio Marañón del barrio del Pilar con la que se da la bienvenida a los nuevos alumnos de primero de secundaria.
Por Ignacio Asenjo, Director del IES Gregorio Marañón
En el IES Gregorio Marañón el primer día de curso de los alumnos de 1º de la ESO adquiere un especial simbolismo.
Antes de pasar a clase, las familias, los alumnos y los profesores se reúnen a la puerta del centro. Como en cualquier gran inauguración que se precie, se invita entre los presentes a que sean un alumno, una alumna, una madre o padre y una profesora-tutora quienes procedan al corte de una cinta inaugural que hasta ese momento imposibilita el acceso al interior del centro.
Con este acto se visualiza el concepto de “comunidad educativa”, de la que forman parte los diferentes estamentos, comprometidos en trabajar juntos en un objetivo común. Un alumno es el encargado concreto de cortar la cinta, ya que él es el protagonista al que acompañarán sus profesores y su familia en su formación académica y educativa durante los próximos años en esta nueva etapa que hoy se inicia.
A continuación, entre aplausos y caras ilusionadas, todos los alumnos se dirigen a sus respectivas aulas acompañados de sus tutoras para recibir la primera clase. El nuevo curso ha comenzado en el IES Gregorio Marañón.
