Los hombres de Diego Nogales se imponen por la mínima en un final de locura en el que el CD Móstoles falló un penalti en el descuento
El Unión Adarve regresaba al Vicente del Bosque tras conseguir un meritorio empate a domicilio frente al Compostela (1-1). Los rojinegros se veían las caras ante un combativo CD Móstoles que, con su victoria ante el Coruxo (2-0), alcanzaba los puestos de play-off de ascenso.
El encuentro comenzó sin ningún dominador claro. En los 20 primeros minutos, tanto el Adarve como el Móstoles amenazaban con abrir la lata. Al llegar al ecuador de la primera mitad, la igualdad se rompió en favor de los lobos. Tellechea envió un balón largo al corazón del área que Portero cabeceó a la red magistralmente. El esférico, dibujando un efecto bombeado, pegó en el larguero y cruzó la línea de gol (min.22). Fugazmente, los visitantes tuvieron la opción de empatar tras una falta al borde del área que desvió la barrera rojinegra.
En los últimos compases del primer tiempo, Montejo y Portero tuvieron en sus botas dos ocasiones claras para ampliar el marcador. El meta del Móstoles y la defensa achicaban agua ante la oleada de ataques del conjunto del Barrio del Pilar. El Adarve perdonó y se fue al descanso con la ventaja mínima.
La segunda mitad comenzó idénticamente que el primer acto: ningún equipo se hizo con el control del partido. Esa máxima igualdad perduró durante prácticamente el resto del tiempo. A media hora para el final, locales y visitantes comenzaron a mover el banquillo en busca de sentenciar o igualar la contienda. A medida que pasaban los minutos, se alternaban tibias oportunidades de gol con alguna que otra dura entrada que el colegiado castigaba con amarilla.
Quedando cinco para el final, todos los espectadores del Vicente del Bosque vivieron unos minutos no aptos para cardiacos. Un jugadón individual de Montejo, que conduce el balón desde el centro del campo hasta el área, finalizó con el árbitro decretando la pena máxima. El pichichi de los lobos no convirtió el 2-0. Tejero, guardameta del conjunto mostoleño, lo salvó con el pie. Llegados al descuento, Iker Liaño derribó a un atacante y el trencilla no dudó en señalar penalti. Se mascaba la tensión en la grada al ver cómo la racha de victorias en casa pendía de un hilo. La fortuna sonrió a los líderes y el 10 del Móstoles, Chupe, disparó fuera de los tres palos defendidos por Parra.
El Adarve se mantiene a la cabeza del grupo I de Segunda RFEF y ya aventaja en 7 puntos al amplio grupo de perseguidores integrado por: Pontevedra, Real Avilés, Navalcarnero y Compostela, entre otros.