Loquesí y loquenó #29

Lo que me hizo feliz y lo que no del mes de enero.

Lo que sí

Un recuerdo y dos piropos. La historia de Juanmi Esteban, el hombre que empezó a correr en el patio de la cárcel y salió de allí campeón, terminó en casa de mi abuela. Al leer el texto, mi abuela le dijo a mi madre que cuando era pequeño me dio por escribir en las tejas de nuestro patio del pueblo. A mi madre le pareció demasiado cursi como para creérselo. Gracias al artículo también me escribieron Matilla y Patri Cazón. Sus piropos siempre me hacen especial ilusión. Y eso que para un hijo único nunca hay demasiados piropos.

Una salida. La vuelta de Onrubia fue lo único que pudo devolver a Marce al mundo de la noche. Hasta resistió más de dos horas de charlas de periodismo con Cortegana en el Loureiro. La noche y el periodismo comparten adversarios, pensaría Marce. Después Onrubia nos llevó al Marmara en una misión fallida, que terminó sin Cortegana y con Del Ama en la Nuit. Marce y yo entramos con las mascarillas puestas y él además con un libro de Maquiavelo en el bolsillo de su abrigo. Ahora mismo entrar a la Nuit solo vale la pena para ver a Natus.

Otra salida. El inicio de año también se traduce en el cumpleaños de Morais. Nacer el 2 de enero es una ventaja para ubicarse en el calendario. Lo íbamos a celebrar en El Doble pero yo nunca llego tan puntual como su cumpleaños. Acabamos en lugares más peligrosos de Ponzano. También quise entrar con mascarilla y lo más lejos posible del escenario. Pero nos equivocamos de sitio: nos pusimos a pedir al lado de los baños. No por nada, pero ahí acabó todo el mundo.

Una canción. Este mes lo dividí en dos: una canción de Chill Chicos y el nuevo disco de Carolina Durante. En mitad de una siesta con los cascos puestos me desperté corriendo porque de pronto sonaba un temazo. De las más de 7 mil escuchas de Speakin Chicos, 5 mil son mías seguro. Si leéis esto quería deciros si la semana que viene podría entrevistaros para el AS y preguntaros quiénes son los más guapos de Madrid.

Un descubrimiento. En invierno no hay más remedio. En lo primero que te fijas de alguien es en su abrigo. El abrigo de Edu era prometedor. El primer día que hablamos más, de repente apareció mi primera novia porque sí en un bar que yo creí que solo era propiedad de Angulo. Edu, Vigu para los más afortunados, tiene un ojo increíble para lo nunca visto. La pieza que faltaba para que Cortegana vuelva a creer en el amor.

Lo que no

Un remordimiento. Lo mejor y también lo peor no tiene que escribirse. Este mes no estuve contento un día porque me acordé de algo que hice mal y lo quise cambiar a toda prisa. El problema es que lo que ya has hecho suele ser irreversible. An action can´t be erased. Y eso que el pasado siempre es mejor. Y si no, se reinventa.