Por Juan Antonio Fernández Moreno, vocal vecino del PSOE en Fuencarral-El Pardo.
Cuando asistimos al enésimo ataque a la educación pública por parte de la derecha en nuestro distrito, por el que se siguen empeñando en cerrar aulas como es el caso del colegio Alhambra, el Mirasierra o el tan abandonado Blas de Lezo en Las Tablas, quizás sea el momento para plantearnos que estamos haciendo y que parte de culpa tenemos las familias en seguir conteniendo ese ataque hacia nuestros colegios públicos.
En Fuencarral-El Pardo sabemos muy bien lo que es defender la educación pública. Siguen perpetrando agresiones que no hacen otra cosa que ir desprestigiando nuestros centros públicos en base a argumentos como las ratios, la falta de matriculaciones o el descenso en la natalidad.
Ahora bien, quizás los/as vecinos/as debemos ser conscientes de la importante tarea que tenemos ante esta forma de gobernar y hacer política que no buscan otra cosa que la de dirigirnos hacia un modelo basado en poder acceder a la educación dependiendo la cuenta corriente que tengan las familias, y no del necesario derecho a acceder a un sistema público en el que la calidad prime y no sea todo un simple recurso económico. Por cierto, un derecho recogido constitucionalmente y que incumplen sistemáticamente quienes se apropian de la carta magna.
Defender la educación pública ante ataques como el cierre del instituto Perez Galdós, hizo que los vecinos/as salieran a la calle en una movilización sin precedentes en el barrio de Peñagrande, un esfuerzo por parte de las familias que no consiguió su objetivo. Una vez más, el Partido Popular impuso su lema “Bajar impuestos para cerrar centros públicos”, un modelo al que ya estamos acostumbrados en Madrid y que debería ponernos en alerta.
No solo debemos manifestarnos ante estas agresiones por parte de la derecha, sino poner en valor la magnífica tarea que realizan nuestros docentes, la calidad que ofrece la educación pública, la atención que requiere la diversidad, y sobre todo, la tarea que tenemos como ciudadanos/as de cuidar nuestros centros y apostar sin paliativos por matricular en nuestros colegios públicos a nuestros hijos/as.
El mejor ejercicio de rebeldía y apuesta por ellos es llenar las secretarias de los centros de matriculaciones, demostrar nuestra apuesta frente a su modelo liberal, frenar sus ataques frente a teorías que lo único que siguen apostando es por un modelo agresor y privatizador que lleva tras de sí el lucro de unos pocos y el abandono de los servicios públicos en este Madrid
Ante eso, defendamos ese acuerdo no escrito por el que los ciudadanos/as contribuimos con nuestros impuestos para garantizar que todos tengamos acceso a unos servicios públicos de calidad y eficientes frente a modelos que poco o nada buscan la equidad.