De cabeza

Segundo premio del IV Concurso del Relato Corto de Peñagrande
Categoría adultos. Autora: Laura Salcedo Callejo


Tenía la cabeza enorme, con un diámetro descomunal. Desde pequeño sus problemas habían sido los sombreros y entrar por las puertas. Aunque parezca mentira, entraba siempre de lado. No porque no cupiese, sino por el miedo a calcular mal y quedarse atascado. Nunca ocurrió, pero ¿y si hubiese pasado? 

No se sentía diferente ni acosado por los compañeros del colegio. Todo lo contrario. Era querido y respetado. Tenía tal carisma y empatía que todos querían jugar y estar con él. En el parque era un auténtico ídolo pues el peso de su grandiosa cabeza le hacía ganar en todas las competiciones de caídas por los toboganes. Cogía tal velocidad, que era un visto y no visto y todos se lo disputaban en su equipo. 

Su enorme sonrisa, en proporción a su cabeza, contagiaba al portador de la mayor desgracia y le iluminaba por dentro y por fuera. No había paseante que se cruzase con él sin devolverle una sonrisa, entonces, el afortunado de la misma, sentía que algo se encendía por dentro y un cosquilleo le hacía bailar. 

Por tanto, no, el problema no era la aceptación, tan solo los sombreros y cómo entrar por las puertas.