El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha otorgado 180.000 euros a un torneo que algunos actores del mundo del pádel consideran como discriminatorio por no incluir cuadro femenino.
Ya ha comenzado en el Wizink Center de Madrid la primera edición de Premier Pádel, que acoge hasta el 6 de agosto un nuevo circuito internacional lanzado por el Nasser Al-Khelafi, presidente del equipo de fútbol Paris Saint Germain y dueño de Qatar Sports Investments (QSI), que cuenta con el apoyo de la Federación Internacional de Padel (FIP). Sin embargo, antes de que comenzara, el torneo se ha encontrado con la resistencia de la Asociación Española de Jugadores de Pádel, que denuncian que la competición excluye a las jugadoras y sólo celebrará un cuadro masculino, frente al modelo de competición habitual, que presenta cuadros para ambos sexos.
La Comunidad de Madrid, siguiendo su política habitual en grandes eventos deportivos, destinará 180.000 euros a patrocinar Madrid Premier Pádel a cambio de un palco y entradas VIP, entregar uno de los premios, un stand promocional o ubicar la marca institucional en las entradas, marcadores, pista y recinto -que es de la propia Comunidad- como contraprestación. A pesar de que la memoria justificativa de la subvención pone en valor la presencia de mujeres y hombres en el pádel con una «participación divida de forma muy similar entre hombres y mujeres de distintas edades y orígenes», este patrocinio choca con la Ley de Subvenciones de la región, que en su artículo 4 determina que estas se concederán bajo criterios de igualdad y no discriminación, los motivos que esgrime el sindicato español en su queja.
El acuerdo económico, negociado sin publicidad, recayó sobre Octagon Esedos S.L., una agencia de representación de deportistas, marketing y organizadora de competiciones que compró los derechos de explotación del evento a la FIP y a QSI por una cantidad que no ha trascendido. Los distintos documentos administrativos necesarios para conceder la subvención fueron firmados por distintos altos cargos de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, dirigida por Marta Rivera de la Cruz. La justificación presentada en la documentación del patrocinio asegura que este evento permite «mejorar el posicionamiento de la Comunidad de Madrid como destino turístico» y «promocionar el sector turístico a nivel nacional e internacional».
El comunicado presentado por la Asociación Española de Jugadores de Pádel (AEJP) junto al Sindicato Español de Jugadoras y Jugadores de Pádel (SEJJP) denuncia «una discriminación en toda regla» porque «las chicas no pueden participar». Señala a la Federación Internacional de Pádel y le pide cambios para evitar «menospreciar, discriminar y anular a la mujer deportista». También pide una reflexión a la Comunidad de Madrid, el Consejo Superior del Deporte y la Federación Española de Pádel para que no formen parte de «una desfachatez mayúscula intolerable» que se financie «con dinero o ayudas públicas».
Guerra abierta en el mundo del pádel
La aparición del circuito Premier Padel no es casual. Este deporte, al alza en todo el mundo con más de seis millones de practicantes, lleva años experimentando un gran crecimiento, impulsado por la consolidación del World Padel Tour (WPT), el campeonato más importante del mundo. Gestionado por el grupo cervecero Damm a través de su filial Setpoint Events, alega haber invertido más de 40 millones de euros desde 2013 en tratar de profesionalizar el deporte. A pesar de ello, sus desavenencias con la Federación Internacional de Padel han acabado judicializando el sector en una guerra que también afecta a los mejores jugadores, alineados bajo la Professional Padel Association (PPA).
De hecho, World Padel Tour llegó a denunciar a Premier Padel con el fin de evitar la celebración del torneo de Madrid, dada su importancia estratégica al ser España, junto a Argentina, su principal mercado. WPT aludía que los jugadores mantienen un contrato de exclusividad con su circuito hasta 2023. La petición fue rechazada por la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, que instó a WPT a denunciar uno a uno a los jugadores; a los veinte mejores les llegó a pedir una compensación de 12,5 millones de euros.
Todas las partes implicadas se han cruzado demandas, ya que la PPA denunció previamente a WPT ante la Comisión Europea por posición dominante del mercado. World Padel Tour ha amenazado con multas de hasta 500.000 euros a aquellos jugadores que rompan su contrato mientras Premier Padel, acogiéndose a la inyección económica del millonario catarí, promete premios de medio millón de euros a repartir entre los participantes de los principales torneos, en un calendario que tendrá 10 eventos durante 2023 y tratará de llegar a 25 a partir de 2024.