Asombro en El Pardo después de que la policía desalojara sus fiestas de madrugada

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El Pardo vivió en la madrugada del jueves al viernes una escena atípica cuando sus vecinos se encontraban celebrando las fiestas patronales del barrio. A eso de las 1:19 horas, un fuerte operativo de la Policía Municipal de Madrid hizo presencia en el recinto ferial del Real Sitio, situado en el parque de la Mar Oceana, para desalojar a unos treinta vecinos que continuaban en el entorno una vez dada por finalizada la jornada festiva y cerrado el recinto ferial.

Según testigos presenciales, cinco vehículos del Grupo de Reacción Inmediata de la policía municipal (antiguamente conocidos como “lecheras”), acompañados de otros cuatro vehículos patrulla se personaron en la avenida de la Guardia para dispersar al pequeño grupo de personas que todavía continuaban en el recinto tras acabar la fiesta, situación que los allí presentes contemplaron con asombro y que rompe con la habitual tranquilidad de unas fiestas que no pecan de conflictivas. Fuentes de Policía Municipal apuntan a este periódico que “es el protocolo habitual” y señalan que no hubo ningún tipo de incidente.

Según cuenta un testigo a este periódico, tras el cierre de carpas en la medianoche del jueves, unas treinta personas continuaron en el parque “arremolinados y charlando tranquilamente”. Sin embargo, la llegada de las patrullas “caldeó el ambiente”, y los cuerpos de seguridad procedieron a desalojar todo el parque de la Mar Oceana, sin que hubiera que reseñar ningún altercado. “Son unas fiestas de barrio preparadas por la asociación de vecinos, que no molestan a nadie, y que te vengan a desalojar… es lamentable. El último año que hubo fiestas, en 2019, las casetas cerraban a las 3, pero este año han adelantado el horario de cierre”, comenta a este periódico una vecina de El Pardo.

Según ha podido saber Fuencarral-El Pardo.com, esta situación deriva del cumplimiento del Plan de Seguridad, Vigilancia y Convivencia (PAVISE) que Policía Municipal puso en marcha en los distritos del sur de Madrid para aumentar la presencia en zonas consideradas inseguras y actuar de forma inmediata ante cualquier incidencia. Ahora, ese también se aplica en todas las fiestas de barrio de la capital, y según el mismo, los recintos feriales tienen que quedar completamente desalojados a la hora de cierre que se estipule por la Junta de distrito correspondiente.

La policía obligó a parar el concierto por unos coches mal aparcados

Ese no fue el único de momento de tensión entre los cuerpos de seguridad y los vecinos,  después de que durante toda la semana se hayan producido desacuerdos derivados del cierre temprano del recinto ferial, que la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo dirigida por el concejal Javier Ramírez (PP) estableció a las doce de la noche entre semana y a las 02:30 los viernes y sábados, una y media horas más pronto, respectivamente, que sus horarios habituales.

Otras dos situaciones calificadas como “un cúmulo de despropósitos” por una vecina se dieron durante los conciertos celebrados en la noche del jueves. En el primero de ellos, los cantantes del grupo tuvieron que paralizar su actuación después de que la Policía Municipal amenazase con multarles por aparcar sus vehículos en una zona que tradicionalmente se destina a la organización de las fiestas, pese que contaban con distintivos aportados por la Junta Municipal, que teóricamente autorizan el estacionamiento en ese espacio. El segundo momento molesto se dio a partir de las once de la noche, cuando miembros de la empresa encargada del montaje y la organización de los conciertos empezaron a recoger el escenario y desmontar vallas en plena actuación del segundo grupo de la noche, algo que molestó tanto a los presentes como a los artistas.

Según informan vecinos participantes en la comisión de fiestas, la policía ha exigido durante toda la semana el cierre puntual de las casetas de ferias pese a que en ellas se estuvieran celebrando actividades “que no generaban molestias” y que, por su propia naturaleza, suelen sobrepasar el horario establecido. Es el caso de los torneos de mus o póker, que históricamente se han alargado hasta llegada la madrugada en días de fiesta. Los requerimientos de la Policía han llegado a dirigirse a personas mayores que participaban en estos torneos y se encontraban dentro de las propias casetas o en los alrededores, y que fueron obligados a desalojar las casetas y el parque, algunos de ellos incluso estando sentados en los bancos sin participar, según testigos de los hechos.

Desencanto vecinal con la gestión de la Junta Municipal

La Asociación Vecinal de El Pardo ha mostrado su desencanto con la organización de la carrera popular, que la Junta cedió a la Agrupación Deportiva Sprint a cambio de 3.000 euros después de suspenderse la “Carrera del Ciervo”, nocturna que se corría por el monte. A su juicio, ese dinero no ha ido destinado a cubrir los materiales y premios necesarios para la correcta celebración del evento, teniendo incluso que ser financiados por la propia entidad vecinal. También extienden sus molestias a la organización del torneo de fútbol sala infantil, que ha recaído sobre el Club Deportivo Elemental Montecarmelo, por la falta de equipos participantes y la poca predisposición a hacer brillar los eventos, limitándose a cumplir con lo mínimo exigido.