Por Azul Asenjo Pérez, criminóloga y psicóloga.
Las 2 fotografías térmicas muestran el estado inicial (izqda.) y final (dcha.) de una persona al mentir. Se observa una disminución de la temperatura en la punta de la nariz, un aumento de la superficie de enfriamiento en la zona nasal y por contra un calentamiento de las zonas craneal superior y pecho.
En el 80% de las personas que mienten se mantiene o disminuye la temperatura de la punta de la nariz.
Este es uno de los resultados obtenidos en un experimento llevado a cabo en condiciones de laboratorio con 55 estudiantes con edades comprendidas entre los 18 y 34 años del IES Gregorio Marañón (Fuencarral-El Pardo, Madrid) en el que, de forma aleatoria, unos sujetos debían decir la verdad y otros mentir deliberadamente sobre la descripción real o imaginaria del contenido de una caja a preguntas de un agente de la autoridad uniformado, entrevistas que se registraban en una sucesión de imágenes térmicas.
Mentir es una afirmación consciente y deliberada de que lo que se está diciendo no es verdad y puede producir variaciones de temperatura en un sujeto como respuesta fisiológica. Esta reacción conocida popularmente como “Efecto Pinocho” consiste en el enfriamiento de la punta de la nariz cuando una persona miente y reafirma las posibilidades que abre el desarrollo de la termografía para contribuir a la detección de la mentira y de la verdad.
De acuerdo y circunscrito al estudio realizado, además se fijan las siguientes conclusiones:
- A la totalidad de las personas que dicen la verdad se le mantiene estable o se le incrementa la temperatura de la punta de la nariz.
- Dos de cada tres personas que mienten acusan una bajada media de temperatura en la punta de la nariz de 0,59º.
- En las personas que mienten se registra una mayor variación de temperatura respecto a su estado inicial que en las personas que dicen la verdad.
- Los sujetos que dicen la verdad emplean más tiempo en su relato que aquellos que mienten.
- La temperatura inicial y final de la punta de la nariz entre unas personas y otras llega a alcanzar los 11ºC de diferencia.
- En algunas personas que mienten, el enfriamiento de la nariz va acompañado de un calentamiento del cráneo y/o del pecho. También, se ha registrado en otros casos que el enfriamiento de la punta de la nariz se extiende al resto de la superficie nasal.
- Los resultados obtenidos no están determinados por factores como el sexo, el nerviosismo inicial o la distracción.
Finalmente se concluye que el análisis de la imagen térmica aporta información útil para establecer un nivel de probabilidad en la detección de la mentira de forma autónoma o contribuyendo como un elemento mas en sistemas integrados que incorporen otras tecnologías de detección.
El futuro va encaminado a fabricar cámaras con las que se puedan registrar simultáneamente imágenes térmicas, microexpresiones y la actividad cerebral del sujeto incluidas en otros dispositivos que también incorporen nuevos biomarcadores; big datas que harán posible la gestión de un sinfín de datos cada vez en menos tiempo y la aplicación de la inteligencia artificial por la que estos equipos aprenderán de su pasado con el objetivo de conseguir discernir en diversos escenarios reales entre las personas que mienten y las que dicen la verdad; un futuro que comienza a ser presente.
Nota.- Cámara térmica utilizada modelo G60 del fabricante Hikmicro Division de HIKvision.
El “Efecto Pinocho”: la aportación de la termografía en la detección de la mentira, Azul Asenjo Pérez, 2022.