Carlos Llamas: Una mirada al pasado y presente

Carlos Llamas en el Leganés B | Fuente: @llamascarlos (Instagram)

Resulta dilatada la trayectoria de Carlos Llamas (Madrid, 1999) por las categorías nacionales de España. Estar en Valdebebas, luchar por ascensos que escapan a la lógica, estar a un paso de la antesala al profesionalismo y entrenar con un segunda división. Una travesía con muchos pasos hacia adelante y algunos para atrás. Pero siempre para impulsarse hacia su sueño: vivir del fútbol.

El que fuera jugador del Unión Adarve en la pasada e idílica temporada 2021/2022, recibe al Fuencarral El Pardo para hablar del pasado, el presente y futuro, aunque este último por parte de Llamas, no le preocupa en demasía: “estoy muy feliz en Leganés”, afirma con seguridad. Y es que el mediocentro, ya no nos recibía con el estampado rojinegro sino la del club pepinero.

No obstante, recuerda con gran cariño el ambiente vivido en los seis meses que estuvo en el club del Barrio del Pilar. “La comunión entre la afición y el equipo era brutal, es de los sitios que mejor recuerdo me llevo, sin duda”. Su paso por el lobo vino tras estar en el San Sebastián de los Reyes, club que entonces militaba en Primera RFEF. A pesar de que a priori pareciera un paso hacia atrás ya que la diferencia entre ambas divisiones son notorias (paso del césped natural al artificial), el objetivo era impulsar el centro del campo del que era entonces el equipo revelación de la temporada. Fue una historia de seis emocionantes meses que le llevó a jugar un histórico play-off, pese al agrio final.

Carlos Llamas con el Unión Adarve en la 2021/2022 | Fuente: @alternispics

La charla llevó a hablar sobre el pasado, y es que el mediocentro formó parte de La Fábrica durante seis años. En la cantera del Real Madrid vio de primera mano el salto cualitativo que existe entre las instalaciones deportivas y lo vivido en modestos clubes de futbol formativo. De hecho, irrumpió en el club blanco al poco tiempo de ponerse en marcha la ciudad deportiva de Valdebebas. Como es de esperar, en el Madrid se ganaba, pero empezó a darse cuenta de que estaba perdiendo la diversión por jugar: “Cada vez, me iban retrasando mi posición, al principio era delantero, después me retrasaron al centro del campo y cuando me pusieron de defensa fue el detonante, tocaba dos pelotas por partido, y eso para un crío que ama el fútbol es lo peor que le puede pasar”.

El Rayo Majadahonda, para él, es el lugar dónde le hizo ser quién es, gracias a entrenadores que le enseñaron la disciplina que se debía tener para hacerse un hueco en el planeta fútbol. Una histórica campaña en el juvenil división de honor le avaló para seguir creciendo como jugador. Allí mismo fue en la localidad del oeste de Madrid fue donde saboreó ligeramente el pertenecer a un club que por entonces hizo historia entrando en la categoría de plata del fútbol español.

En lo relativo a la deriva por la que el fútbol evoluciona, Llamas reflexiona acerca de la ausencia de regateadores ya que parece que en los últimos tiempos esta figura se encuentra en peligro de extinción. En ese aspecto, el madrileño se apoya en uno de sus referentes futbolísticos en su niñez: “Ronaldinho ha sido el ídolo de toda una generación, los futbolistas regateadores como él se están perdiendo”.

Asimismo, aconseja a todos los niños que están en escuelas de fútbol que no tengan miedo a fallar. “El regate solo lo consigues mejorar a base de perder balones y eso siempre choca con las directrices que dicen los entrenadores formativos de, no perder balones, jugar siempre fácil”. El fútbol evoluciona a la importancia de la disciplina táctica y el jugador del Leganés también lo ejemplifica con otro referente de su infancia: Guti. “Era un futbolista único, perfiles como el suyo también están desapareciendo”.

Por último, el futbolista valora la situación del Leganés B. En una liga tan igualada como la segunda RFEF, es bien sabido que la competición es dura, sin embargo, esto supone, por un lado, una ventaja ya que se puede jugar sin complejos ante cualquier rival del grupo. Definitivamente, cree fielmente que hay plantilla para conseguir la permanencia. “Por calidad, estoy convencido de que nos vamos a quedar, con tener solo una pizca de suerte en los pequeños detalles que se miden los encuentros será suficiente para sumar puntos”.

El equipo marcha antepenúltimo y se encuentra a cuatro puntos de la salvación que actualmente lo marca Don Benito. Tras el empate frente al Montijo a domicilio, el equipo regresa a la ciudad deportiva de Butarque para enfrentarse al Yugo Socuéllamos. Resulta un partido vital para la lucha por la permanencia ya que se sitúa a tan solo dos puntos. Ocho “finales” restan por delante para un luchador que ha vivido situaciones de gran responsabilidad como Carlos Llamas.