El Pardo se anexó a Madrid en 1950. Pero sigue siendo un pueblo. Con sus costumbres, sus fiestas y, por desgracia, sus pocos servicios y comodidades donde poder tener un rato de ocio o para desplazarse.
El Ayuntamiento de Madrid se hizo cargo de ésta villa, proporcionando algunos servicios, como el Centro Socio-Cultural Alfonso XII, pero muchos otros quedaron en simples proyectos o fueron dados a empresas privadas. Éste es el caso de las líneas de autobuses.
Hace varios años, el Ayuntamiento ofreció la concesión de dos líneas a El Pardo. Varias empresas fueron las que optaron al botín, pero al final una privada, Alacuber, fue la que se llevó el Gordo. Pero éste servicio dista mucho del resto de líneas de la EMT, que es la que en un principio debió de ser la encargada de gestionar éstas líneas a Moncloa y La Paz. Actualmente, la línea 601 desde Moncloa tiene servicios cada 20 minutos, mientras que la del Barrio del Pilar y La Paz pasa cada hora. Aunque ésta última debería de mejorar mucho para parecerse a una línea de bus normal.
Otros servicios que le faltan a El Pardo es lo que hoy en día todo distrito tiene. Mientras que el resto del distrito disfruta con servicios y equipamientos básicos como son piscinas, polideportivos, centros de rehabilitación, El Pardo sigue anclada en el pasado, como esperando a que algún día vuelva a ser lo que era antiguamente, una ciudad para militares sin necesidad de nada más.
Pero los vecinos se quejan. Y se quejan con motivos. El Pardo es un lugar reservado para la naturaleza, sí, ¿pero no se puede hacer un polideportivo decente? ¿Tienen que pagar las exageradas cuotas de Somontes o irse a Madrid Capital? ¿Tanto cuesta hacerlo, aunque sea quitando algo de espacio a las zonas militares?.
Que estemos en Madrid y que un barrio no tenga los equipamientos necesarios no es nuevo. Los PAUs de Montecarmelo y Las Tablas tampoco lo tienen. Y se quejan, también con razón. Pero que una villa hecha hace 50 años sea menospreciada de la manera en la que se hace con El Pardo es más que paranormal.
Y durante los últimos meses nos han llegado noticias de que se iba a cerrar un supuesto “centro de mayores”, que en realidad no lo es. Es un centro cultural en el que se reúnen personas de todo el barrio para hacer actividades, cursos… y charlar en la cafetería, que para eso está. Pero mucha gente se ha puesto en pie de guerra contra éste cierre, y de momento sigue en pie.
La Comunidad de Madrid, responsable de éste centro, echa balones fuera argumentando el cierre a que los mayores disponen del Centro Cultural Alfonso XII a 50 metros del actual, más moderno y con más instalaciones. Pero ésa no es la solución. La solución es mejorar los equipamientos, y no cerrando, sino creando más, para crear más empleo.
El Pardo necesita ser renovado inmediatamente. Necesita volver a ser lo que era hace 30 años, un lugar donde poder ir a pasar el día los fines de semana. Donde los madrileños iban a respirar aire fresco y salir de la urbe. El Pardo necesita un plan de renovación, que puede ir empezando por instaurar un Centro de Interpretación de la Naturaleza para llevar a los ciudadanos de Madrid por los lugares mas escondidos del Monte del Pardo, para ver muchos rincones secretos. Y incitar a los ciclistas a las rutas de El Pardo. Abrir el Camino Viejo de Colmenar podría ser una opción, para muchos visitantes. Ver la presa y ver muchos parajes naturales que por allí se encuentran.
El Pardo, sus calles, sus gentes, sus tradiciones… deben volver a lo que eran antes, un lugar escondido y bello en Madrid.