Las zonas básicas de salud en las que se encuentran los barrios de Fuencarral, Begoña y Tres Olivos tienen disparados los niveles de incidencia acumulada en los últimos 14 días, y podrían ser confinadas próximamente si continúan ascendiendo.
El confinamiento selectivo en distintos barrios del sur y este de Madrid podría llegar próximamente al norte de la ciudad si no mejoran los datos de incidencia acumulada.
Los barrios de Fuencarral y Begoña, así como gran parte del distrito de Tetuán han visto incrementados los casos durante el mes de septiembre y se acercan a la tasa establecida por la Comunidad de Madrid como umbral límite para ejecutar el confinamiento que ya se da en los cascos históricos de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, así como otros 35 puntos de la región.
La mirada está puesta en la zona básica de salud de Fuencarral, compuesta por su casco histórico, los Poblados A, B y Dirigido, el barrio de Santa Ana y el PAU de Tres Olivos, que ha acumulado 173 casos confirmados durante las dos primeras semanas de septiembre, 17 de ellos activos y cuenta con una tasa de incidencia acumulada durante los últimos 14 días de 826 casos por cada 100.000 habitantes. Entre el 1 y el 15 de septiembre, Fuencarral ha duplicado el número de casos confirmados.
Le sigue muy de cerca la zona básica de salud de la Colonia Virgen de Begoña, con 63 casos confirmados y 5 de ellos activos. Su tasa de incidencia es inferior a la del barrio vecino, con una tasa de 653 casos por cada 100.000 habitantes, habiéndose multiplicado por seis a lo largo del último mes.
Ambos barrios tienen unas características sociales y de condiciones de vida similares a las de las zonas confinadas a partir del lunes 21 de septiembre en los distritos del sur y este de Madrid, o de los cascos históricos de Alcobendas y Sanse: bajos niveles de renta, viviendas antiguas y con poco espacio, con muchos convivientes en ellas, pocas zonas verdes en el entorno y calles estrechas, entre otros factores.
La presencia del Polígono Industrial de Fuencarral entre ambos barrios podría convertirse, también, en un foco de propagación y dispersión del coronavirus: acoge a más de 60 empresas y unos 7.000 trabajadores de empresas de servicios, supermercados o talleres mecánicos. Si a eso se suma la residencia de una cierta cantidad de personal que trabaja en los hospitales de La Paz y Ramón y Cajal, convierte a ambos barrios en el cóctel perfecto para que el coronavirus se extienda en el norte de Madrid, y con él, lleguen las restricciones a la movilidad.